Capítulo dos

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Habían pasado un par de días tan rápido que en realidad no se sabía cuántos eran, además de que una parte de ella se sentía tan agradecida de que fuera de esa manera. Notó que empezó a sonreír un poco más, se reunía con Félix y Grace por las noches antes de irse a dormir para ver las estrellas; se había acercado mucho a Julia la cual era muda, a la cual le encantaba que Ofelia le sacara fotografías y siempre le regalaba una sonrisa. Grace la había atrapado comunicándose con la niña a través de lenguas de señas y le había suplicado que no le dijera a nadie que poseía el conocimiento.
-¿Por qué no decirlo? Nos serviría de mucho-.
-No soy muy buena en ello y de verdad no creo ser de mucha ayuda-.
-Si eres buena o no, eso lo determinará lo que hagas con el conocimiento que posees-.
-De verdad no quiero que nadie lo sepa-.
-¿Siempre haces eso?-se cruzó de brazos y se intimidó bajo su mirada intensa-.
-¿Hacer que?-.
-Ocultar tu talento.-Ofelia buscó su mirada-Eres una artista y hasta donde sé el artista exhibe lo que realiza.-No le dijo nada, no sabía cómo contestar, y mejor aún, no sabía si iba a lograr entenderla.-El problema con ocultarte no es que prives al mundo de deleitarse con tu talento, es que te limitas a conseguir el éxito-.
Aquellas últimas palabras rondaron su mente todo el día, incluso la noche, y por alguna razón no lograba sostenerle la mirada. Se sentía avergonzada, intimidada, cohibida pero totalmente cautivada por la chica. Esa noche Grace cayó profundamente dormida así que fue a reunirse con Félix, sin ella, y algunos de los otros chicos que se encontraban dispersos.
-¿Cayó como piedra?-preguntó a verla-.
-Sí, no quise despertarla-.
-Es lo mejor que se puede hacer en ese caso, su porcentaje de energía está disminuyendo-.
-¿Eso es malo?-se interesó por saber, dándose cuenta de que estaba preocupada-.
-Para nada, todos nos agotamos en algún momento. Además que adora lo que hace-.
La invitó a sentarse en unas de las mesas de madera que los chicos habían construidos mientras un grupo pequeño contaba historias de terror.
-¿Qué función cumple ella aquí?-preguntó por curiosidad-.
-¿Grace?-rio maravillado, al tiempo que Ofelia asentía-Es la utiliti de cualquier misión en la que vayas, hace de todo y parece que jamás se le acaba la energía, parece una comiquita de un lado para otro haciendo cualquier cosa imaginable y no imaginable. Su función principal es la de comunicadora, es la única que habla todas y cada una de las lenguas indígenas de donde hemos ido, tiene la particularidad de envolverlos para que le enseñen todo lo que pueda saber-.
-Y por ello nos ha dado un par de sustos-intervino Lu-.
-No lo hace al propósito-defendió Félix-.
-¿A qué te refieres?-se interesó Ofelia-.
-Grace se pierde, los líderes de las tribus se la han llevado durante días en los que no sabemos si está viva y ella regresa feliz de la vida, mientras nosotros morimos de angustia-.
-Los líderes no aceptan a cualquiera-explicó Félix- y cuando lo hacen lo aíslan de nosotros, es como una especie de prueba. Para ellos es importante saber si la persona que desea saber sobre su cultura es digno de confianza-.
-También ha participado en rituales-completó Lu-.
-Nunca son rituales que involucre sacrificio y lo sabes-.
-Ritual es ritual-.
Félix negó y guardó silencio, como si no quisiera que Lu siguiera teniendo una opinión diferente de la que él tenía de Grace. La chica en algún momento se aburrió del tema y se levantó de la mesa sin emitir palabra alguna.
-Lamento eso-se disculpó el hombre-.
-No te preocupes-.
-Pocos entienden la manera en la que Grace se desenvuelve en estas misiones, al final cada uno de nosotros te va a dar una opinión diferente de ella. Lo importante es que te des el permiso de conocerla y que veas tú misma de todo lo que es capaz de hacer y de idear; porque fuera de todo esto, en nuestro día a día, Grace sigue siendo la misma chica que verás aquí-.
-Se nota que la quieres mucho-.
-La adoro-afirmó con devoción-y lo que me encanta es que no le interesa lo que piense el mundo de ella, porque ella está muy clara de lo que es y hacia dónde va-.
-Qué envidia-dijo Ofelia para sí misma-.

Sin duda alguna los días pasaban uno detrás del otro pero todos llenos de momentos únicos y millones de anécdotas increíbles. Había aprendido tanto, aunque en ocasiones le abrumaba el hecho de que en poco tiempo ya era parte de algo, se obligaba a no salir corriendo y aunque a veces necesitaba un tiempo fuera, para respirar, asimilar y aceptar, le impresiona la comprensión que conseguía por parte del grupo. Sobre todo por parte de Grace, era impresionante como la simple presencia de la chica la envolvía de una manera tan particular que no importaba cuantas vueltas diera, Ofelia siempre terminaba cerca de ella e incluso en su estado en automático, en donde se negaba a sentir algún tipo de sentimiento que involucrara a algún ser humano, se le olvidó todo aquello para quedarse ahí tan cerca de ella que ya se había memorizado cuales eran sus gestos más frecuentes y estaba empezando a obsesionarse con el color característicos de sus ojos marrones.
-¿Qué haces en tu tiempo libre?-.
Le preguntó de manera casual, mientras se encontraban tomando el almuerzo una frente a la otra, pareció que de manera casual sus pies chocaron debajo de la mesa; sin embargo algo dentro de ella sabía con seguridad que no fue casual y le gustó aquel pequeño gesto por lo que de manera impulsiva entrelazó sus pies, mientras compartían una sonrisa de complicidad.
-Dormir,-le respondió en primera instancia antes de ponerse a pensar-recordar, vivir, existir, sentir, recolectar momentos en un álbum repleto y hasta abarrotado de fotografías. Y no siempre, necesariamente, en ese mismo orden-.
Simplicidad, entendió que la chica era el ser humano más simple que había conociendo y al mismo tiempo el ser más hermoso y luminoso. Una criatura exquisita que terminó encendiendo la chispa, que creyó extinta, de la inspiración y empezó (sin pensar en algún momento detenerse) en idear y hasta imaginar todo lo que obtendría de aquello. Algo dentro de ella, que desconocía y la impulsaba llena de terror (mientras sus manos temblaban) le aseguraba que cualquier cosa que le propusiera a Grace, ella diría que sí, porque en todo el viaje la había visto ofreciéndose para todo y con una sonrisa que la emboba hasta el punto de no poder dejar de verla. Incluso ya tenía una serie de fotos de la chica en su galería personal, con una clave increíblemente larga y absurda porque una parte de ella se sentía como una acosadora al capturarla en diferentes escenarios sin que la mujer supiera nada al respeto.
-¿Y tú? A parte de crear y capturar ¿Qué haces? ¿Cómo es un día para Ofelia?-.
Era una pregunta compleja pero sencilla de responder.
-Mi vida no es tan interesante o divertida cómo crees, en este mes he hecho más de lo que pude haber hecho en los últimos dos años-.
-¿Cómo es eso?-le interesó saber-.
La artista se tomó su tiempo antes de contestar y Grace esperó sin perderla de vista. Le parecía intrigante la manera en la que la mujer frente a ella se manejaba, en algunas ocasiones era muy extrovertida, con esa sonrisa especial que le achinaba los ojos (que tenían unas pestañas envidiables, haciendo juego con sus cejas pobladas); sin embargo las otras veces era tan retraída, inversa no en un mundo diferente sino en una galaxia tan distante como cautivadora. Le encantaba observarla sin que se diera cuenta, tenía una manera particular de mover su cabello corto y sedoso, para recogerlo y siempre le daba dos vueltas solamente, se tensaba cuando Julia la conseguía pero nunca la rechazaba, y cuando le tocaba hacer equipo con ella siempre le estaba guiñando el ojo como respuesta a que lo que estaban haciendo le agradaba.
-Hace un par de años que no creo, perdí la inspiración y mi carrera se fue a la mierda.-Grace no hizo ningún gesto, la escuchaba con atención, sin dejar de verla con esa mirada intensa y luminosa-He hecho solo pequeños trabajos de fotografía, en eventos y esas cosas triviales de la vida, porque tengo que mantenerme de alguna manera-.
-¿Por qué estás aquí?-.
Por alguna razón incomprensible le respondió de inmediato:-Para escapar del caos que es mi vida-.
-¿Viniste a un caos para escapar de otro?-.
-Sí, carece de lógica-.
-Totalmente, pero si lo que quieres es mantenerte ocupada estas en el lugar adecuado y puede que te ayuda a encontrar aquello que perdiste-.
-Más que mantenerme ocupada es…sentirme útil.-Además creo que ya conseguí lo que había perdido, solo que esta vez es muchísimo mejor-se guardó para sí misma-.
-Eso también, aquí todos somos útiles, solo hay que ponerse hacer algo. Voy a compartir un secreto contigo: nada como hacer lo que más te gusta para sentirte útil.-le regaló esa sonrisa llena de hoyuelos que le sacudía la cabeza-Nos vemos luego-se despidió de ella, levantándose de la mesa, y no dejó de sonreírle hasta que unos niños se acercaron a ella, robando su atención-.

Con Aires de Amanecer (En Edición)Where stories live. Discover now