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Dio dos pasos hacia atrás para comprobar que el letrero se encontrara en la posición adecuada. Según sus gustos e inclinaciones más reservadas pensaba que el anuncio estaba exageradamente colorido. De haberse escuchado a sí mismo definitivamente la caligrafía y, en general, las decoraciones no estarían tan cargadas de adornos y tinturas desequilibradas. Sin embargo, por una sola vez Cho KyuHyun se dejó llevar por las opiniones ajenas.


Últimamente su cabeza no estaba funcionando al cien gracias al estrés suscitado por la acumulación de trabajo y, más que nada, debido a esa visita familiar que tuvo en días anteriores y que comúnmente acostumbraba a desestabilizar su ritmo de vida. Haciéndole dudar de sus capacidades y, más que nada, de su agudo sexto sentido que le permitía sobrellevar las cargas de su rutina.


En lo que sí concordaba abiertamente era en que necesitaba trabajadores para la cafetería. A pesar de que eso pudiese complicar los asuntos de dinero resultaba evidente que el ahorro no ayudaría en sus capacidades para ser chef, mesero y auxiliar de compras en su propio negocio. A menos que KyuHyun se cortara en tres o cuatro partes era extremo suponer que su disponibilidad conseguiría abarcar lo suficiente para salir adelante.


Por otro lado, la cuestión de la calidad fue un punto que le hizo recurrir a tremendas salidas. Pues el realizar todo por su cuenta no siempre significaba que lo hiciera de buena forma. En las últimas semanas las prisas y la saturación de los deberes le llevaron a cometer un par de errores. Ya sea en pedidos erróneos para sus clientes o en la compra equivocada de productos que necesitaba para sus preparaciones.


No quería que esos inconvenientes le siguieran afectando. Por ello, aprobó recibir la ayuda que nunca en el pasado hubiese estimado como una opción para asegurar la perseverancia de su centro de comida.


Por lo dicho, sus amigos también fueron parte esencial de esa nueva toma de decisiones. Aunque seguía preguntándose qué tan buena idea fue acceder a la bondad de ese trío desproporcionado y curioso. Heechul fue el más conflictivo de todos. Afirmando que le daría su toque personal a los anuncios para conseguir empleados lo convirtió todo en una extraña mezcla de matices extravagantes que hacía que Cho formara una mueca. Sintiéndose incluso un tanto avergonzado por colocar eso por los rincones de la universidad. Pero era ineludible.


Al final, se decidió que convenía contratar personas en sus mismas condiciones (es decir, universitarios). Eso sí, tras una evaluación exhaustiva y meticulosa en la que se analizara un real compromiso para que KyuHyun no tuviese que batallar con renuncias inesperadas u olvidos groseros por parte del personal. Para ello, se acordó que harían entrevistas en el departamento de Yesung durante cierto fin de semana. Analizarían a los prospectos, reflexionarían sobre los pros y contras en cada entrevistado y juntos darían un veredicto que favoreciera al repostero en su elección.


KyuHyun pensaba que era mejor meditarlo en conjunto que hacerlo por su cuenta. Pues, para empezar, si por él fuera bastaría con ver los historiales académicos de sus candidatos para analizar el compromiso escolar que podría equivaler al laboral. No obstante, sus amigos abogaron por otras cuestiones. Debía ser alguien con un buen sentido del humor, pero sin caer en la insolencia. Estricto, pero no malencarado. Amable, pero no invasivo. Y todas esas cosas que entre su grupo se discutió que era importante calificar para saber si la persona en turno podía funcionar como un buen empleado.

Lemon [EunHae]Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang