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Y como es evidente, el paso del tiempo también significó cicatrización.

Los días siguieron su curso y la tranquilidad del mañana se vio iluminada por el progreso de los sentimientos que se estuvieron resguardando.

Un mes completo transcurrió desde que Lee DongHae se decidió a darse una oportunidad en el amor sin mantenerse aferrado a los rezagos del pasado. Pasó de tener la cabeza metida todo el tiempo en los recuerdos y las memorias que conllevaban el anhelo de una sola presencia para, paulatinamente, dejar de ceder a la añoranza de los ayeres.

Es decir, poco a poco y a pesar de las complicaciones, el duraznito dejó de pensar en su gatito.

El cambio, no obstante, resultó increíblemente dulce. Contrario a las mentiras inocentes que asumió hace cinco años atrás donde pretendía sonar convincente al decir que ya había dejado a atrás a Lee Hyukjae en esos momentos veía su verdadero renacer.

En el pasado siempre existió el mal sabor de una despedida donde la idea de 'superar' a ese hombre era proporcional a recordarlo más de lo debido.

Ahora, si bien no lo había desaparecido de su corazón y su pasado al grado de un destierro, por lo menos ya no dolía tanto asumir que esa relación, ese noviazgo tan dulce y lindo había llegado a su fin y no renacería por mucho que él lo deseara. Pero, sobre todo, porque ya había alguien más a su lado.

Son HyunWoo era demasiado paciente. Velaba por la comodidad de DongHae antes que la suya. Y aunque aún no había un desenvolvimiento completo de ellos como pareja (ya que Hae seguía siendo inevitablemente tímido) podía notarse que la familiaridad de sus tratos aspiraba a un gran apego y un tremendo desarrollo de la relación.

Por el momento, realizar más actividades juntos era de sus prioridades en vista de que a HyunWoo le esperaban múltiples viajes en el término del año. Deseaban aprovechar la coincidencia de sus horarios mientras hubiese oportunidad. Además, el tener privacidad también se prestaba a la adquisición de otras ventajas.

Conocerse, sentirse, relajarse.

Su objetivo: disfrutar a lo máximo en compañía.

Por este motivo Lee DongHae decidió que la cocina era un buen punto de unión para reforzar el trabajo en equipo y la convivencia. Mientras HyunWoo estuviese cortando las verduras para la cena él se encargaría de sazonar la carne y preparar el puré de papa.

Hasta el momento había un pronóstico maravilloso para su noche especial.

A pesar de que transcurrían varios minutos sin decir ni una sola palabra y siendo secundados por la tenue música que colocaron en el reproductor de la sala, no hubo un instante en el que se sintieran incómodos. HyunWoo observaba de vez en cuando las habilidades de DongHae. Sonreía al encontrarlo en movimiento por la estancia con más familiaridad y menos timidez. Y agradecía por cada que el castañito se le acercaba para darle un beso en la mejilla como premio a su buen trabajo como cortador de ensaladas.

Los ingredientes estaban dispersos sobre la mesa.

El vino favorito de HyunWoo junto con un par de copas también formaba parte de la velada.

De vez en cuando uno u otro bebía y de inmediato regresaban a su respectiva labor.

No creían que fuese posible disfrutar tanto el cocinar hasta que hubo la oportunidad de hacerlo juntos. HyunWoo, por supuesto, sabía hacer más cosas que preparar ensaladas, pero dejó que Hae lo guiara en las labores. Sería su ayudante. Lo miraría a la distancia y disfrutaría como un loco ese puesto de chef que el escritor empezaba a presumir y que fácilmente enganchó al jefe de Gaen-art que varias veces se encontró mordiéndose el labio inferior al encontrar sumamente concentrado a su "novio".

Lemon [EunHae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora