Capítulo 5

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—Deja de burlarte de nuestro A-Xian maldito demonio— gruño una voz a su espalda

Luo Binghe volteo ante ese invasor...

—¿Qué haces tu aquí?— pregunto con una cara descompuesta

La otra persona parecía que se reía de tal fea expresión —No pareces feliz de verme

—¡Vaya! que observador

El otro decidió ignorarlo

—A-Ying ¿Cómo te sientes? Vine tan pronto como pude ¿Este idiota te trato bien? ¿Te está intimidando no es así?

—Cheng-ge, me está intimidando— respondió A-Ying asintiendo y levantando sus brazos hacia la persona de rojo

—Aw, mi pequeño A-Ying, no te preocupes más, tu persona favorita ya llego a rescatarte, no dejare que nadie te intimide otra vez

Los ojos de A-Ying parecieron brillar. Hua Cheng le correspondió el abrazo sintiéndose muy feliz de tenerlo nuevamente

Aire caliente exhalaba el jefe Demonio, aguantándose el hecho que lo dejaron a un lado, no soporto más —¡Es suficiente! Dejen de abrazarse tanto. A-Ying a mí no me abrazaste ¿Es posible... que A-Ying no extrañara a este humilde? Mis lagrimas derramadas y mis preocupaciones por ti, no valieron nada porque A-Ying no me quiere ¿Verdad?

Hua Cheng sentía que le ardían los oídos al escuchar tremendas tonterías y suspiro con disgusto —A-Ying, abraza a este idiota antes que comience a llorar. No podre soportarlo si eso pasa

Finalmente, A-Ying dejo de burlarse de Luo Binghe. Pero igualmente este se sintió mal por haber sido burlado de su A-Ying y lloro de todos modos.

Podríamos decir que los subordinados en el Reino Demonio descansaron mucho de la enorme personalidad del gobernante. Este parecía estar ocupado en algo, o mejor dicho en alguien en específico.

Por naturaleza, estos se mostraron muy impacientes por saber quién era la persona que había llegado, pero nunca pudieron verle. El gobernante mantenía a esa persona oculta muy recelosamente en sus propios aposentos.

En algún momento algún demonio se enteró de que la subordinada más cercana del Gobernante había podido ver con sus propios ojos esa persona que tenía escondida

Sin embargo, esta no dijo más, por mucho que le preguntaron sobre la apariencia de esta extraña persona, no pudieron sacarle nada.

Digna de la mano derecha del Gobernante.

Algunos se dieron por vencido en saber quién era, otros seguían con la esperanza de ver a esa persona un día y descubrir por que el Gobernante es tan receloso. Incluso el Fantasma de rango supremo y el más notorio de los Cuatro Grandes Calamidades Hua Cheng no había regresado a su propio reino

¿Qué era tan importante, como para mantener a dos gobernantes de reinos distintos tan ensimismados por una persona? ¿Acaso es una belleza tan grande para tener la atención de ambos gobernantes?

Saber eso solo provocaba que la curiosidad que sentían, se incrementara aún más.

Por otro lado, Wei Ying era ajeno a todos los rumores en el palacio, no le habían permitido salir de la habitación hasta que se recuperara.

sin embargo, no sabía cuándo seria eso.

Ambos hombres que nunca están de acuerdo en nada, estuvieron de acuerdo en que la condición del cuerpo de Wei Ying debía recuperarse, primero que nada.. La apariencia de Wei Ying mejoro mucho, y cada vez Binghe tomaba su muñeca para recorrer sus meridianos para comprobar su condición, la mejora de Wei Ying podía decirse que ha ido bastante bien. Y tanto Hua Cheng como Luo Binghe estaban muy conformes con esto.

SerendipiaWhere stories live. Discover now