Alguna vez has deseado... ¿Ser diferente? ¿Cambiar algo de ti?
Rusia y México:
Representantes con gran contraste.
Insatisfechos consigos mismos.
Ambos deseando tener algo que el otro tiene.
Lo deseaban tanto que, el destino dijo:
"Ten y deja de es...
— Esto es lo más impresionante que he visto en mi lujosa y jodida vida—decía el gringo mientras miraba como Japón terminaba de colocarme cuidadamente los pupilentes del tono azul mas parecido a los ojos de Rusia, que no paraba de mirarse al espejo al ver que los pupilentes negros le disimularon muy bien el cambio.
— Entonces si estas muy jodido—le respondió ella alejándose de mi para admirarnos bien—. He visto cosas mejores.
— Tú las ves, pero yo las creo—dijo USA con tono triunfal—. Tengo que inventar una máquina para hacer que cualquier individuo cambie de cuerpo.
— Cierra la boca, por favor—gruñó Rusia y se volvió a Japón—. ¿Qué se supone que significa esto?
— Probablemente estén aprendiendo la lección—supuso no muy segura—. Como sea, esta es una buena señal.
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———-Rusia-——— ✿
Siempre me he despertado antes de que la alarma suene. Entre diez a quince minutos antes. Pero esta vez, los golpes de la puerta han roto la regla. Me siento cansado y camino con pesadez a la entrada, mis pies descalzos. Al abrir me encuentro con la cara de México con dos bolsas de tela en cada mano.
Alzo una ceja en búsqueda de alguna explicación lógica.
— Hola, compañero, ¿Cómo amaneciste? —preguntó dándose paso el solo—. Voy a tu cocina.
Suspiré con cansancio y cerré. Lo seguí y miré como sacaba cosas de la bolsa: vegetales, frijoles, masa y carne, (entre otras cosas que yo desconocía).
— ¿Qué se supone que harás?
— El desayuno—me miró sonriendo—. Como hoy no tenemos que ir con ONU, me tomé el atrevimiento de levantarme temprano y esta vez preparar yo el desayuno en tu espacio de soledad. En agradecimiento por mi desayuno de los días anteriores. Es un dar, dar. No me agradezcas, es suficiente con que no me escupas.
