Alessia.
Ante muchos, hermana de uno de los mejores actores de Hollywood, abogada de profesión.
Pero ante otros, una joven convertida en la mayor traficante de armas en el mundo, dispuesta a seguir con el legado de su padre. Legado que fue rechazad...
Estamos sentadas en el sofá después de que me hizo el desayuno, ha cocinado ella todo y le ha quedado espectacular. Cada una está en un extremo del enorme sillón. Y bueno, sé que eso puede sonar algo distante pero no.
Hay un evidente espacio entre las dos, si, pero lo veo suficiente como para poder sentir la presencia de la otra. No niego que me encantaría estar más cerca pero no quiero incomodarla, estamos a la vista de todos.
Con ella se respira un ambiente hermosamente pacifico, tenerla a unos pocos centímetros de distancia me hace sentir segura, me hace sentir protegida, resguardada. Algo que no había sentido con nadie fuera de mi familia, ni siquiera con Robbie. Con él hasta salir a un bar es inseguro, suele irse con sus amigos y dejarme sola a mi suerte.
Estoy cómodamente sentada en pose de indio con un cojín sobre mis piernas mirando a su dirección y ella con una postura bastante formal, algo que me encanta de esta mujer. Puede caerse el mundo si es posible, puede pasar lo que sea, ella siempre se ve jodidamente bien y eso me emboba de una manera que no puedo explicar.
— ¿Qué? ¿Por qué siento que me miras como si tuviera algo raro en la cara?
Entrecierra los ojos y yo me rio colocando mi codo en el respaldo del sofá y cubriendo mi boca con la mano.
Su cara es un poema.
— Encima te ríes de mí — dice riendo avergonzada y su rostro rojo.
— Solo estoy admirando lo hermosa que eres — me mira rápido dejando escapar un brillo que la hace ver adorable aunque ella ni siquiera se dé cuenta.
— ¿Te parezco hermosa? — asiento dejando el cojín a un lado y levantándome para sentarme en sus piernas.
No se de donde he tomado el valor porque sé que no estamos solas, Alfred debe estar por ahí y todos los guardias, pero me importa poco.
Me abrazo a su cuello cuidadosamente para no lastimar su hombro y junto nuestros labios en un corto beso.
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— Alessia — la miré fijamente mientras hablo muy cerca de sus labios rozando nuestras narices — eres la mujer más hermosa que haya conocido, me encantan tus ojos verdes, tus cejas ¿Te han dicho que tus cejas son perfectas? — niega mientras llevo mis dedos a ellas — esta cicatriz se te ve demasiado sexy — se pone roja escondiéndose en mi hombro.
— Me estás colocando muy nerviosa — la siento reírse — lo siento, es que nunca nadie me había visto de esa manera — saco su cara atrapando sus mejillas entre mis manos.
— ¿Nunca has tenido pareja? — niega frunciendo sus labios.
— Un intento sí, pero nunca nos dimos un beso. Era yo quien la cortejaba todo el tiempo, de su parte nunca recibí un cumplido, yo… tenía todas las señales de que eso no iba a llegar a mucho pero no me daba cuenta, hasta que poco despues descubri que solo queria estar conmigo por mi dinero y porque quería estar cerca a Tom.
