Segundas Oportunidades (Saga Las Elizabeths #1)

Capitulo 11

Las dos semanas que habían pasado en Barrow House habían sido idilicas y no habían hecho mención sobre regresar a Stradford Park. Abby sentía un poco de culpa de haber dejado allí a sus hermanas pero en los últimos ocho años se había dedicado cuerpo y alma a ellas y su hermano menor y por fin estaba tomandose un tiempo para ser libre. Libre del peso de la muerte de su madre, libre de su padre, libre de la responsabilidad de sus hermanas, libre de la perpetua ausencia de George.

Se pasaban los días montando a caballo, visitando una cabaña a orillas del lago, haciendo picnics, leyendo, durmiendo y disfrutando del otro.

Abby solo había estado con dos hombres en su vida pero llego a la conclusion que Ralph era el mejor de los amantes, en esos días le habia hecho sentir una cantidad indescriptible de placer pero no solo eso, entre más tiempo pasaban juntos, más lo conocía y más se daba cuenta que el era magnifico, era inteligente y su sentido del humor era marravilloso.

Cada día se encontraba queriendo pasar más tiempo con él, las conversaciones ya era fluidas y la verguenza había desaparecido.

Para Ralph estos días habían sido el paraiso y el infierno, si él creía que la amaba, ahora era una certeza, Abby irradiaba tanta luz, era bondadosa, extremadamente divertida. Se encontraba a si mismo queriendo abrazarla, darle besos en la frente, se encontraba a si mismo pensando en decirle que la amaba. Pero sabía que eso iba a arruinar todo y por primera vez en la vida decidio elegir vivir en esta fantasia, la fantasia que crearon en Barrow House, siempre se había preciado por ser una persona realista, que aceptaba las cosas como son pero por primera vez se permitio a si mismo simplemente ser feliz y no pesar en el mañana. No pensar en que su esposa estaba enamorada de su primo que había muerto, que su esposa estaba esperando el hijo de otro hombre, por más que amará a ese hombre como a un hermano.

Ese día habían pasado toda la tarde en la cabaña del Lago, Ralph la estaba enseñando a nadar y nunca se había divertido tanto, le encantaba el agua, a pesar de casi ser verano el agua era extremadamente fría pero recuperaban tomando sol al salir de el.

Ese día, normal había pasado algo diferente, por primera vez se habían besado sin terminar teniendo sexo, fue tan natural como respirar, fue tan natural que no se dieron cuenta hasta mucho más tarde. Y por primera vez Ralph sintió esperanzas, esperanzas de que en algun futuro sea posible que ella tenga sentimientos hacia él, sentimientos más allá de la gratitud o el deseo carnal. Sabía que George era inrremplazable pero capaz él podía ocupar un lugar en su corazón.

Esa noche, como todas las noches, Ralph fue a la habitación de Abby. Ella lo estaba esperando, como todas las noches pero esa noche era diferente, ella tambien había pensado en el beso.

Cuando el entro a la habitación la atmosfera era diferente que en noches anteriores, por primera vez Abby estaba esperando a Ralph para estar con él no para olvidar o simplemente sentirse ella bien. Por eso cuando Ralph entró a la habitación, en vez de esperar a que él haga el primer movimiento Abby se acercó y lo besó.

El beso fue totalmente diferente a los otros, había otra cosa ademas de hambre, había una ternura indedcriptible en el. Al separarse Ralph le cogió un mechon del pelo rubio que se había separado y lo puso detras de la oreja y le dio un beso en la frente. Y otro en la mejilla y uno más en la otra mejilla, la fue llenando de besos, mientras empezaba a desnudarla. Cuando la bata cayó al suelo ella hizo lo mismo con la suya y ambos quedaron como vinieron al mundo, volvieron a besarse pero esta vez había más hambre, más necesidad, él la rodeo con las brazos y quedaron piel con el piel. Ella empezo a recorrer su cuerpo con las manos, con suaves carisias. Ambos iban despacio, se sentía como una primera vez para los dos.

Retrocediendo de a poco llegaron a la cama, en donde el se sentó y ella abrió las piernas y se sento encima suyo.

Ralph comenzó a recorrer sus cuerpo con las manos, despacio, con una ternura que no era propia de él y asi fue que se dió cuenta que por primera vez no solo estaba dando placer, le estaba haciendo el amor. Los besos, las caricias no era muestra de su deseo, eran demastraciones de su amor.

Mientras la tenía encima suyo, su besos fueron llego a sus pechos y ella arquó la  espalda para darle un mejor acceso, atrapo un pezón con los dientes y ella ahogo un grito de placer.

Entre más chupaba y mordiqueaba, ella más gemía y más se mojaba.

Poco a poco su mano llego a ese punto entre sus piernas y comenzo a tocarlo despacio, mientras recorría su cuello depositando besos.

Entre gemidos Abby murmoro -Te necesito-.

Y Ralph entendió a la perfección que estaba pidiendo, los giro a ambos, quedando el encima de ella, la miro a los ojos, esos ojos azules que parecian negros iluminados con la luz de las velas, se acomodo en su entrada y la penetró suavemente.

Él se empezo a mover y ella lo rodeo con las piernas y los brazos  y sus labios atraparon los de él.

Las veces anteriores cuando él estaba dentro suyo la necesidad de olvidar y solo sentir era lo importante pero por primera vez sin darse cuenta queria ser suya, en algun punto sus sentimientos comenzaron a cambiar y ahora sentia algo, no sabía si llamarlo amor. Pero era algo, indescriptible por el momento pero ya era parte de ella, él se había hecho un hueco en su corazón sin ella haberse dado cuenta.

El comenzo a moverse más y más rapido, los besos ahogando los gritos de placer, ellos de verdad se convirtieron en uno, hasta que ambos explotaron pero a diferencia de otras veces continuaron abrazados besadonse. Ambos perdieron nocion del tiempo en los brazos del otro, hasta que por fin el sueño pudo con Ralph pero Abby se quedo despierta hasta el amanecer.

No podía aceptar que se estaba enamorando de su marido pero esa era la verdad. No solo se había casado con otro hombre tan solo meses despues de la muerte de George pero lentamente se estaba enamorando de él.