Hermanastros a la fuerza, Alex vuelve, y Eddie vive con su mente en dos, Brie es su hermanastra, se enamoran, pero el destino parace esforzarse de sobra para que ellos nunca estén juntos.
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<<Has vuelto a ser el mismo>>
Narra Eddie:
— Adoras verme en crisis— Brie me lo dice en el desayuno. Yo me río, ella es dramática cuando quiere.
— No te creas tan importante— le digo mientras bebo té— Debes sentirte mal porque he dejado solo a Sawyer por salvarte el culo— digo sin más, y era la verdad, me desaparecí para ir a salvarla.
— ¿Así que han salido de fiesta, juntos?— Hunter habla con una sonrisa— Creí que el odio iba en serio, ¿O es que han aceptado ser adultos normales?
— Sí, Hunter, tan normales que podemos salir por separado sin causar mayores problemas ¿No es así Brie?— Le pregunto burlesco, sé que ella siente vergüenza del papelón de la noche anterior.
— ¿Te sientes bien, Brie?— Hunter pregunta realmente preocupado, y sé que Brie no da más de la resaca.
— Pues me siento excelente— finge la sonrisa, y me dio un poco de pena, el día siguiente a la fiesta es un asco.
El desayuno transcurre normal, papá me envió un mensaje avisando que estaban en su destino sin novedad, al menos eso es un peso menos. Entre los tres levantamos los platos y decidimos lavarlos, Hunter fue el primero en terminar y subió, está con bastante que hacer por estos días, y poco tiempo comparte en la mesa. Me quedo con Brie en la cocina.
— ¿Sabes cómo está Lea?— le pregunto, rompiendo ese silencio que nos caracteriza.
— Pues bien, tiene móvil nuevo—Ella responde sin más, puedo ver la espuma en sus manos. Brie toma mis platos, y los lava— Puedo lavar tus cosas si no te molesta— lo dice mirando lo que hace, no me mira.
— Bueno...si eso quieres, yo feliz— respondo divertido.
— Vuelvo a decir que muchas gracias por tu ayuda anoche—Ahora lo dice seria, anoche lo dijo con una sonrisa— Anoche fui irresponsable, tomé de sobra sin saber dónde estaba, y perdón por molestarte, pero es que no sé quien más podría ayudarme.
¿Y Sawyer? Pensé. Pero claro, ella sabe que Sawyer se escuda en mí, así que no es un buen apoyo en caso de emergencias.
— No te preocupes— respondo, es raro no gritarnos, ni querer lanzarnos platos— Una cosa es no querernos, pero otra es desearnos mutuamente la muerte— respondo sin más, en el fondo es verdad lo que digo.
— Claro...— ella sigue en lo suyo, en los platos— ¿Y cómo ha estado lo tuyo con Sawyer?— me pregunta, sé que quiere saber algún detalle de la fiesta, más por mi amigo que por mí.
— Tranquilo, todo es tranquilo cuando no bebes— hablo con la intención de molestarla y sé que lo logré, porque puso sus ojos en blanco. Y podría haber seguido con eso, pero sentí una notificación en mi bolsillo.
