Hermanastros a la fuerza, Alex vuelve, y Eddie vive con su mente en dos, Brie es su hermanastra, se enamoran, pero el destino parace esforzarse de sobra para que ellos nunca estén juntos.
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<<Pudo ser un beso>>
Narra Eddie:
— Qué estúpida pregunta— respondo— Claro que te amo.
— Te estoy extrañando un montón— me lo dice dulcemente en la pantalla, no me he sentido de lo mejor después de mi conversación con Alex, tampoco quiero decirle algo a Brie para no asustarla.
— Ya falta menos, resoplo— miro mi taza de té que me acompaña— ya verás como el tiempo pasa.— miro mi reloj— Cariño, debo seguir estudiando, pasado mañana tengo un examen y he estado con muy buena racha— le sonrío, ella me lanza besos en la pantalla.
— Te amo, te amo, te amo— me lo dice enérgicamente y yo suspiro, quiero abrazarla.
— Te amo más— le debato el que diga que me ama más de lo que yo la amo a ella.
Tres días han pasado, tres días en los que no he salido de mi cuarto, o tengo ganas de hablar con nadie, y por lo que siento, Megan ya no se ha aparecido por acá, no he escuchado sus risas ni nada por el estilo. Evito toparme con Alex por los pasillos, no sé cómo tomarme lo que me ha dicho y quiero solucionar todo esto, los días pasan, y siento que las cosas con Alex han decaído, no es lo mismo, me da miedo verla, me da miedo que ella me diga cosas que no quiero escuchar, nos miramos de reojo, respiramos, ella evita pasar por mi lado y se encierra en su habitación, ella come por su lado y yo como por el mío.
Un mes ya va , un mes llevando una vida, así, y me siento aburrido, es soporífero, podría ser un crimen vivir de la manera en que llevamos haciéndolo, y me hallo en mi cama, analizando el que al menos han pasado dos meses, lo que quiere decir que ya falta un mes para terminar con lo mío en Chicago. De pronto, Alex toca mi puerta, camino a abrir, no hemos tenido esa conversación que debemos tener, que no quería volver a tener jamás, pero que de igual forma, hay que volver a ella.
— ¿Estás muy ocupado?— Alex me pregunta.
— Pues, sólo estaba acostado—suspiro, ella entra y sienta en la orilla de mi cama, me mira, y yo estoy nervioso, no sé realmente qué saldrá de su boca.
— Pensé que no me abrirías— Alex me mira con algo de tristeza y yo trago saliva, me cuesta hacerlo, siento mi boca seca.
— ¿Por qué te rechazaría?— pregunto.
— Por lo del otro día, llevamos un mes, y siento que ahora me ignoras por completo, como si fuera descabellado el que tenga sentimientos por ti—Ella lo dice con sus ojos llorosos.
— Es complicado y lo sabes, no es como que podamos seguir conviviendo como si nada— la miro y ella también lo hace.
— No quiero que nos alejemos— Alex acaricia mi mano, y yo veo el roce de su mano con la mía, eso no debía pasar— Sé que somos amigos.
