04. Alguien más

721 127 6
                                    

Gea Greenbil

━━━━━━━

Mirando el cuaderno en mis manos me confundí al ver esos labios, me quedo pensando en donde había visto dichos labios y cuando recuerdo aquello me asusto un poco. Siento mis mejillas arder un poco y solo niego. A cuatro semanas después de aquellos aún sigo recordando esa noche, niego avergonzada por seguir teniendo dichos pensamientos que solo hacen que sufra.

Arranco la hoja arrugándola y aventándola en mi bolsa, pienso en que está mal lo que estoy haciendo al dibujar. Eso me distrae de los estudios y no puedo dejar que eso suceda, mis padres me dijeron que eso no es bueno. Quisiera acurrucarme y dejar un poco eso, ese pesar, querer lo que quiero no me asegura algo estable.

Siento la humedad en mis mejillas y rápidamente agacho mi rostro, no es bueno que nadie vea llorar a una omega y no quiero cerca a Alfas que quieran aprovecharse. Cuando me calmo un poco levanto mi rostro, cierro mis ojos al sentirme mareada. Intento ponerme de pie de la banca, pero no lo logro y me vuelvo a sentar.

— ¿Estás bien? —. Alce mi rostro al escuchar la voz masculina.

¿Cabello blanco?, él no es el mismo al que había conocido antes. ¿Será algún familiar?, bajo mi mirada, algo nerviosa por no saber qué hacer. Cada vez se hacen más evidentes mis síntomas y creo estar embarazada, pero no sé qué hacer, suspiro un poco dejando mis pensamientos.

— Sí... estoy bien —.

— ¿Segura? —miro al hombre en traje y veo su portafolio, termino asintiendo antes de soltar mi mente—. No quieres ser llevada al hospital, estamos cerca —.

— No, estoy bien, señor —el hombre se rio y se sentó a mi lado—. ¿Dije algo malo? —.

— Omega, no soy un señor, creo tener tu edad. ¿Eres Gea Greenbil? —asentí nerviosa—. Tenemos la misma edad, vivo en la casa de al lado, me pone triste que no me recuerdes. De niño me rompiste un brazo —.

— ¿Yo te rompí un brazo? —.

— Claro, pero veo que no lo recuerdas. Éramos buenos amigos hasta que se reveló mi rango, es bueno verte de nuevo —.

— ¿Eh? —el hombre se puso de pie—. ¿En serio fuimos amigos? —.

— Sí, solo soy un año mayor que tu tomate —. Frunzo mi ceño por como me llama.

Cuando me doy cuenta él se ha ido, no recuerdo muy bien haber tenido amigos de niña, la educación para mí siempre fue en casa hasta que de regalo pedí ir a clases junto con otros niños, desde secundaria hasta este momento llevo conviviendo en temor con gente.

El apartarme de los Alfas siempre fue algo que tuve en mente desde joven, por lo que no sabría si tuve algún amigo hombre, hasta la actitud fuerte de Layla causo un problema. Pero ella se volvió algo especial cuando me defendió de unos niños y es por eso que siempre me mantengo a su lado. Aunque mi padre no acepte la amistad por el rango de ella, es en lo único que he luchado para poder tener a una amiga.

Ese hombre solo lo que ha hecho es revolverme los pensamientos, pensé que había olvidado lo de esa noche y también a aquel chico que me ha gustado. Pero mis problemas parecen tener cabello blanco. Es irritante, sofocante y a la vez estresante, no sé qué hacer con tantas cosas en mi mente.

Tome mi teléfono en mis manos, cuando escuche el tono de una llamada entrante conteste sin ver el nombre, Layla tenía su tono especial.

— ¿Ya estás lista? —.

— No —.

— Vamos, va a ser tan interesante regresar a nuestro pueblo vip en el cual nuestros padres nos controlen. Ya estoy lista para negarme a usar vestidos y queriendo a mi novio conmigo, creo mis padres siguen enojados por Jean, pero un omega puede contra dos Alfas —.

Esa omega es míaWhere stories live. Discover now