Una chica simple pero a la vez complicada.
Sensible, pero a la vez dura como una roca.
Esta es la historia de Hannah Realler, llena de enredos y rarezas como en la vida de cualquier adolescente del siglo 21.
Adéntrate en esta historia y conoce más s...
Me desperté a las 8:00 am con unas ojeras espantosas, ardor en la muñeca y mucho cansancio por todo lo que me trasnoché ayer.
Ahora que puedo pensar mejor todo lo que digo, me presentaré, mi nombre es Hanna Realler y tengo 12 años, irónico, no?, quien diría que a tan corta edad mi vida involucraría tantas cosas, pero es un poco lógico en estos tiempos.
Los adolescentes sufren, básicamente, en silencio. Principalmente, para evitar ser juzgados o que algún raro egocéntrico minimice sus problemas y los hagas ver tan "sencillos de resolver".
Ahora, sin desviarme tanto del tema, les contaré un poco sobre mí. Soy una chica sencilla y callada, no me gusta socializar, mucho menos hablar con más personas o estar en un lugar donde esté rodeada de gente, tengo bulimia, ansiedad, depresión, ataques de ira y TDAH diagnosticados desde hace 2 años.
Soy de pelo café oscuro, mido 1.50 cm, me apasiona bailar, leer y escuchar música.
Tengo dismorfia, y reemplazo el dolor físico por el mental, aunque todos sabemos que al empezar a autolesionarnos pensamos que estamos solucionando los problemas, cuando en verdad lo único que estamos haciendo es agregándole un problema más a la burbuja de nuestras vidas.
En resumen, no soy nadie interesante, mucho menos llamativa.
