1. El Boceto

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Primero que nada, espero que disfruten este libro ya que ha fluido tan bien y es un gran paralelo de cosas importantes que han sucedido en mi vida. Muchas gracias a Ashley, Lissy, Valeria y Jansy por darme su consentimiento de ser parte de este proyecto. Las quiero mucho.

Leisa Hemingsworth

—Leisaa. —me llamó mi hermanito.

—¿Qué pasó?

—Yo sé que no te gusta hablar de este tema, pero realmente si quiero saber.

—Dímelo.

—¿Qué pasó en Nueva Orleans?

Suspiré, pensé muchas cosas en ese momento y finalmente hablé:

—Bien, toma asiento. Qué es una larga historia...

Mi hermano me hizo caso.

— "Usualmente las personas saben dónde quieren terminar, algunas en la cima de un templo. Pero pocas saben cómo iniciar. Es decir, no llegas arriba de la nada, vas subiendo poco a poco."

...

—...Es como una hoja en blanco, dependiendo del boceto va a terminar siendo una obra de arte.

—¿Y qué significa eso? —me preguntó mi hermanito algo confundido.

—Significa que tu futuro depende de las acciones que tomes en un futuro. Recuerda siempre eso, ¿si?

—Si, hermanita.

—Hija,—me llamó mi padre—el avión está apunto de despegar. Ya te tienes que ir.

Ya había llegado la hora de irme. Era el final de una etapa pero el inicio de una nueva.

Abracé a mis padres y a mi hermano antes de irme. Odio las despedidas. Detesto tener que decir esa palabra y saber que no veré a esa persona en mucho tiempo.

—Siempre espera lo inesperado y nunca dudes de ti misma. —me susurró mi madre al oído.

Solté el abrazo lentamente y al verlos una última vez les dije: —Esto no es un adiós, es un hasta la próxima. —Me volteé y fui a buscar mi vuelo. El vuelo era un poco largo y había escala así que probablemente me fuera a dormir todo el viaje.

Me dormí durante todo el viaje hasta que tuve que hacer escala. La mayor parte del viaje estuve dormida hasta que finalmente llegué a mi destino: Nueva Orleans. La ciudad es muy artística y muy colorida. La cual yo considero perfecta para iniciar mi carrera como artista.

Estaba sacando mis maletas de la revisión pero accidentalmente no pude con ella al bajarla de la máquina. Se abrió por completo, dejando caer al suelo parte de mi ropa, una que otra joya y mi portafolio donde guardo todos mis dibujos, bocetos y pinturas.

Recogí todo del suelo rápidamente y me aseguré de que todo estuviera ahí. Sólo una cosa me hacía falta: el primer dibujo que hice. Oh no. Para una artista, sus primeros dibujos son de los más importantes. No podía perder ese dibujo. Tiene demasiado significado emocional para mi.

Busqué con la mirada por todo el suelo pero no lo encontré. Aparte que la cantidad de personas que estaban caminando no me ayudaba. La empleada, al notar mi preocupación, se acercó.

—¿Está todo bien, señorita?

—Ehh no tanto. Se me resbaló mi maleta y se perdió mi dibujo. Y le tengo mucho valor sentimental.

El Arte En La Melodía Where stories live. Discover now