💜Capitulo 2🤍

213 63 122
                                    

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


Eun-Jin

Actualidad, 9 de septiembre del 2022

Tarde.

Ya era demasiado tarde y yo aún me encontraba corriendo en dirección a mi trabajo, todo gracias a la estúpida alarma que no había sonado.

Esquivé a algunas personas en mi camino y después de haber corrido unas cuatro cuadras, me detuve frente a una parada peatonal, donde esperé a que el semáforo cambiara de color rojo a color verde y aproveché para tomar aire, rogándole a Dios que cambiara rápido para poder cruzar.

Al parecer mis suplicas fueron escuchadas, ya que éste no tardó en cambiar a color verde, lo que nos indicó a mí y al grupo de gente que estaban parados junto a mí, que ya debíamos cruzar.

No lo pensé dos veces para comenzar a correr otra vez, en esta ocasión iba más tarde de lo normal y lo que menos quería era escuchar un regaño de mi supervisor a tan temprana hora del día.

Diez minutos después, por fin llegué a mi destino. Había corrido diez cuadras y por lo tanto, mi corazón y respiración estaban bastante acelerados. Mientras esperaba frente al ascensor a que éste bajara al primer piso, aproveché para revisar mi celular, pues tenía unos mensajes que aún no había leído.

Entre esos mensajes, varios eran de mi roommate y mejor amigo.

Jimin

—¿Dónde estás babosa? Sabía que no debía dejarte dormir un rato más. Date prisa o te vas a llevar la regañada del año.

Iba a contestarle, pero justo se empezó a escuchar el sonido del ascensor, indicando que estaba en el primer piso y sin perder tiempo ingresé.

Una vez dentro, presioné el botón número cuarenta y cinco que correspondía al último piso de la empresa, justo donde estaba el módulo de las oficinas en la cual trabajaba.

—Buenos días. —saludé en cuanto llegué.

—Buenos días Eun, ¿Cómo estás? —me preguntó Min-Young, una chica que se encontraba haciendo una pasantía en la empresa.

—Estoy bien, ¿y tú?

—Igual. Disculpe, ¿cree que pueda ayudarme en algo? —pidió un tanto tímida.

—Si claro, ¿dime en qué te ayudo? -acepté amablemente y ella sonrió ante mi aceptación.

Mi rutina diaria comenzó: ayudar a los demás, comprar cafés, hacer mi trabajo y aparte de eso trabajar en casa. Ese era mi estilo de vida, ¿pero qué podía hacer?, si no lo hacía no podía mantenerme, ya que a diferencia de otras personas, estaba sola en el mundo. No tenía a nadie más que a mi mejor amigo y no me gustaba molestarlo con mis cosas, él ya tenía bastantes problemas como para estarse preocupando por los míos.

Don't Forget Me||Jeon JungkookWhere stories live. Discover now