Promesas...
Todos prometemos algo a a otras personas, ya sea ayudarnos, siempre estar ahí para cuando nos necesiten...
Pero... ¿Qué hay de la promesa del amor?
El amor verdadero es la promesa más sincera y hermosa que puede existir, esa promesa...
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Jungkook
Dos semanas antes...
6:50 de la mañana
—Te quiero mucho, conejito —dijo aquella niña mientras me abrazaba.
—Yo también te quiero mucho, conejita, más de lo que crees —respondí correspondiendo a su abrazo— eres lo que más quiero en esta vida.
—¿Me prometes que nunca me vas a dejar? —Me miró con un hermoso brillo en sus ojos que me cautivaba.
—Te prometo que nunca te dejaré —aseguré mientras le dejaba un pequeño beso en la frente.
Me sentía muy feliz al tenerla en brazos que no quería soltarla nunca, sin embargo, el momento fue interrumpido por una voz llamando mi nombre a lo lejos.
—Señor Jeon —escuché, seguido de un toque en mi hombro izquierdo.
—Mmh, cinco minutos más —pedí con voz adormilada tapando mi cabeza con una de las almohadas que había sobre mi cama.
—Se hace tarde, señor —insistió.
—Ash. —Me senté en la cama de golpe—. Son solo cinco minutos Hoseok, ¿qué no puedes darme cinco minutos? —exclamé cruzándome de brazos.
—Disculpe señor, pero ya es hora de levantarse —demandó sin inmutarse ante mi pequeña molestia— además, me levanté a las cinco de la mañana porque su madre me llamó solo para decirme que quiere hablar con usted.
—¿Y por qué no te volviste a dormir?
Lo vi servirme un vaso de agua, el cual me entregó después. —Soy de las personas que una vez se despierta no vuelve a dormir más.
Vaya, eso no lo sabía.
—Con lo que acabas de decir, me recordaste a alguien —mencioné mientras tomaba del vaso con agua.
—Ya me puedo imaginar quién puede ser, ¿volvió a soñar con ella? —asentí con la cabeza—. Ya es la quinta vez en esta semana que sueña con esa chica.
—Lo sé, y la verdad es que no entiendo por qué razón aun sigo soñando con ella — expresé con confusión levantándome de la cama— ¿qué hay para desayunar?
—No sé señor, ahorita le pregunto a la señora de limpieza —respondió para luego irse.
Mientras Hoseok iba hacia la cocina, escuché que mi celular vibraba, miré hacia el buró pero no estaba ahí. Empecé a buscarlo entre las sábanas guiándome por el sonido de vibración, encontrándolo poco después.
