La luz brillaba más como si estuviera sobrecargando, todos se taparon sus ojos para evitar quedar ciegos... la luz se fue poco a poco atenuando hasta que apareció gente con vestimenta que solo se podía ver en una zona del mundo, Lisa reconoció rápidamente a varios de ahí.
La gente de Sumeru acaba de llegar, al poco tiempo estaban en unos sillones muy cómodos, menos los sabios, esos tipos estaban en una silla eléctrica a control remoto.
Todos ellos estaban en pánico, y quien no lo estaría aparecieron en medio de una sala rodeada de personas desconocidas para la mayoría.
Basil: ¡ALTO! -Grito para llamar la atención de todos. -Antes que nada, les pasare la información rápidamente. -Chasqueando los dedos les paso la información a todos los nuevos.
Basil: Bueno ahora les daré reglas básicas, ustedes no se podrán mover hasta que resulten no ser peligrosos. -Dijo mirando a Alhazen y Cyno. -Continuando con esto solo ella y ella se podrán mover de momento. -Señalo a Nahida y Nilou. - ¿Dudas?
Nahida: ¿Ehmmm que veremos ahorita? -Pregunto la loli dendro.
Basil: Bueno eso es fácil, verán a todos los dioses y celestiales que hay actualmente. -Le contesto.
Barbara: ¿Eso significa que veremos a Barbatos? -Pregunto emocionada.
Basil: Si y también a Morax, Raiden, Kusalani, Aether... Entre otros. -Hablo dando a entender de quienes serán los que se hablara.
Comenzaremos con el más popular de momento...
¡AETHER!
Toda la gente que llevaba tiempo ya sabía muchas cosas de él, pero aprender más no les haría daño, además para los de Sumeru esto sería interesante, aunque los sabios ya estaban quejando, lo bueno es que estaban silenciados porque hay niños pequeños aquí.
Todos ya deben saber esto del un viajero de otro mundo, apareció misteriosamente en Mondstadt, no tiene malas intenciones con nadie, suele viajar con Paimon, su objetivo es encontrar a su hermana...
Tiene varios títulos como Caballero Honorario en Mondstatd, Héroe de Liyue, Capitan del Escuadron Pez Espada n.°2 en Inazuma, Primer Sabio de Buer en Sumeru y en todo el continente como el Arconte del Harem.
Aether se sintió incomodo por toda la atención, especialmente por las chicas que sabía que serían sus esposas, además de la mirada de la niña de Sumeru...
