Somos todo y nada a la vez. Compartimos cuerpo y alma, secretos y memorias, nos decimos poesía y soñamos juntos, nos besamos en la oscuridad como lo hacen los enamorados ¿Estamos enamorados?
Taehyun me besa, me besa con tanta pasión que olvido mi nombre, reparte besos y caricias por toda la extensión de mi anatomía y se detiene en el cuello, marcando y besando como si fuera suyo ¿Lo soy realmente? Dejo ese pensamiento de lado y mejor dejo de pensar. Me concentró en como nuestros cuerpos desordena la cama y llenan la habitación de nuestros suspiros, nos apoderados de lugar, con el calor que nuestros cuerpos transmiten, cada carga llena de algo indescriptible, tan conocido y desconocido a la vez.
Entonces caigo en cuenta; tal vez esto si sea amor
Acabamos, el cae rendido encima de mi cuerpo, sudoroso y con la respiración agitada, aun con sus brazos firmes alrededor de mi cintura, como si tuviera miedo de soltarme. Le cuesta separarse, pero lo hace, dedicándome la mas lujurioso de las miradas, examinando mi cuerpo. Me sonrojo de nuevo y tapo mi cuerpo con la sabana, el detiene mi mano y niega.
—Eres hermosa T/n —no digo nada, aunque se que el no dice la verdad, aunque en el fondo divagando preguntas y preguntas de como pudo acostarse con alguien tan sucia como yo, tan asquerosa y olvidada.
Y siento sus labios de nuevo y me siento morir.
Octavio paz dice que dos cuerpos frente a frente son aveces dos alas y la noche es océano. Tal vez nosotros seamos esas dos alas que mueven el océano.
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Curaba mis heridas con cuidado, mientras yo no dejaba de soltar gruñidos de dolor. Sentía un escozor no solo en las heridas de mi rostro o los moretones en mi abdomen, estaba también ahí en mi corazón.
Pero mirar a T/n, tan concentrada, sonrojada y preocupada por mi, me hacia sonreír arrogante, dichoso de que, esta niña tan hermosa de aquí sea quien viera por mi. Y yo quien viera por ella, claro esta.
—No debiste hacer eso Taehyun debiste irte y.. — la niña comenzó a hablar y rode los ojos.
—¿ Y dejarte con el bárbaro de tu padre?— interrumpí , antes de que me diera el sermon de mi vida — deja de decir estupideces— agregué justo antes de recibir un apreton en mi abdomen lleno de moretones y soltar un fuerte quejido, la mire enojado, ella solo mantenia una hermosa sonrisa divertida en su rostro — ¡ Estoy herido!
— Por imbécil— respondió, sus ojos brillaban ante su travesura, y yo no podía dejar de observarlos, tengo una obsesión con ellos, es como perderse en un universo de cosas no dichas, de misterios, en enterrarse en el dolor de su vida y en el color de su pureza, T/n es de los más bello que hay, siento como si estuviera frente al cuadro más caro del mundo. Ella es una completa obra de arte, sus ojos, su sonria...
—¿Es de imbéciles protegerte? — el travieso brillo desaparecio, su sonrisa se borro, la expresión dulce de su rostro se volvió amarga.
—Ni si quiera valgo la pena Taehyun — y dale, va con lo mismo, las mismas palabras, las mismas excusas, el mismo discurso — soy tan penosa, tan fea y simple, ni siquiera se porque sigues conmigo, como te atreves a hacer tantas cosas por mi. No lo valgo — había terminado su trabajo con las heridas y dejado los trapos de lado, se sentía en el mueble justo aun lado mio pero dándome la espalda.
Me acerque a ella, roce con mis labios su hombro cuando baje parte de su camisa holgada, bese con dulzura parte de su perfecta anatomía. Senti como se estremeció
— Has venido a mi vida con lo que traías, echa de luz y pan y sombra te esperaba, y así te necesito, así te amo — solte susurrante un fragmento de Neruda, continuando con mis delicadas caricias en su cuello y cintura. Se volteo abrutamente y me tumbo de espaldas al sillón con ella encima, haciendo que soltara un gruñido un tanto fuerte.
—Lo siento,yo.. — la callé poniendo mi dedo índice en sus labios, riendo por su mueca de preocupación.
— No importa, continua con lo que querías hacer— dije con picardia. Se sonrojo pero aun así junto sus labios con los míos, para comenzar un suave beso. No podía dejar de sonreír, mi arrogancia creció.
Siempre la tendría a mis pies. El poder de la poesía.
—¿Sigo siendo un imbecil? — solto unas risitas mientras besaba mi cuello y se separó un poco para verme. Asintió.
— Lo eres Kang Taehyun, eres el jodido imbecil más guapo y romántico del universo.
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