Todo había sido tan extraño. Llegué del trabajo muy cansado, afloje mi corbata y me acosté en la cama, la cama olía a rosas, tu perfume, pero aunque siempre me encantaba oler tu perfume por horas hoy había algo que no me dejaba en paz, rondaba por mi cabeza desde hace horas, la bola de cristal nunca se equivocaba, cuando dijo que me ascenderian en el trabajo acertó, ese mismo día me ascendieron a ejecutivo, siempre eran cosas así, siempre predecía cosas buenas.
Hoy moriría.
Estaba seguro de eso. ¿Por que yo? Estuve atento todo el día, podría ser en un accidente, un robo, un ataque, pero nada paso.
¿Cómo sería? ¿A que hora pasaría? ¿Será horrible? ¿Dolerá?
Mi cabeza estaba a punto de estallar, miré el reloj en mi muñeca, diez en punto de la noche, ya habian pasado unas 15 horas desde que la bola de cristal mostro mi fatídico futuro....
Espera ¿15 horas?
Eso significa que puedo volver a preguntar y evitar mi muerte.
Corrí hacia el cajón del buro que estaba en mi oficina y tome la bola de cristal ¿Cómo evito mi muerte?-pregunté
Tardo un poco en contestar, estaba desperado, cuando pensé que no habría respuesta en la bola de cristal se reflejo un claro "estoy lleno gracias" No lo entendía, derrotado volví a la sala para pasar mis últimas horas con mi esposa.
Al llegar pude ver a mi hermosa esposa T/n en la cocina, sonreí all mirarla. Prendí el televisor para olvidar lo sucedido, el olor a comida se hizo presente y estaba por quedarme dormido hasta que la voz de T/n me despertó.
-Soo, cariño, despierta
-¿Que pasa?- dije aun entre sueños
Al mirar a mi alrededor pude ver la mesa arreglada con un plato de comida en ella, observe a mi esposa y está me miraba con una sonrisa y esa mirada tan hermosa como el día que la conocí hace 7 años atrás, tan llena de amor.
-¿Vamos a cenar?- pregunté, confundido por solo ver un plato listo en la mesa
-Yo no cenaré, pero tu debes tener hambre - la observe, era muy raro que ella no cenara conmigo, era nuestro momento especial, siempre cenábamos juntos, sin importar que. Al ver que ella aún me sonreia esperando a que me levantara para poder comer, todas mis alarmas se encendieron.
- Estoy lleno gracias, dormiré en la otra habitación, estoy muy cansado y no quiero arruinar tu noche con mis ronquidos- me levante apresurado y camine hacia la habitación de invitados.
Me detuve al estar frente la puerta, voltie para poder mirar a mi esposa, ella me estaba mirando muy seria, su mirada ya no reflejaba amor - buenas noches- Dije para por fin abrir la puerta y entrar a la habitación, trabe la puerta con seguro mientras sentía como el corazón se me salía del pecho y un sudor frío bajaba por mi frente.
Ahora entendía el mensaje.
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No diréquevolví porque cada vez que lo digo ne voy por más tiempo...
