oh who is she?
❝ vaya, no sabía que winnie era la hija de la luna.. dime algo que no sepa ❞
las cosas no son lo que parece, ¿no es así?
pero la gente debe de descubrirlo a su manera, sin importar si salen heridos o no, eso es lo divertido.
beautiful...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
! estupideces a lo merlina ─── ʚĭɞ
╰ ╯
Winnie miraba como Merlina quitaba las pegatinas de la gran ventana que se situaba justo en el medio, dividiendo su parte con la de Enid.
Merlina ya no aguantaba otro segundo más con tanto color.
Winnie era una excepción, aunque debía de admitir que tardó años en acostumbrarse y querer pintarla por completo en blanco y negro, o mejor aún, de sangre real con aquel hermoso color rojo.
Afortunadamente, los colores de Winnie eran más suaves, no como los de Enid que parecían chillantes como la misma portadora.
─¿No crees que primero debimos haberle pedido permiso? ─preguntó luego de unos minutos, un tanto tarde de reacccionar cuando Merlina ya estaba por terminar.
─No ─dijo sin más─. Si lo vuelve a poner voy a hacer que se lo trague.
Winnie parpadeó, intentando no imaginarse aquella escena.
─Intenso.
La cabeza de Winnie giró al escuchar la puerta abrirse, haciendo una mueca al ver la expresión que puso Enid ni bien entró.
─¿Qué carajos le hiciste a mi cuarto? ─dió unos pasos sin ocultar su enojo, Merlina ni siquiera se inmutó y siguió hasta que finalmente la mitad de la ventana quedó libre de dejar entrar la luz de la luna.
─Divido nuestro cuarto a la mitad ─pateó las pegatinas más a su parte─. Además, Winnie necesita la luz de la luna, no colores insoportables que dan ganas de sacarse los ojos ─Enid le mandó una mirada a la mencionada y ésta hizo como si el techo fuera más importante─. Parece que un arcoiris vomitó de tu lado.
Enid apretó los labios en una linea, conteniendose.
─Yo-
─Agradecería tu silencio ─la interrumpió, sentandose en un escritorio frente a su máquina de escribir─, es mi hora de escritura ─se arremangó y miró por dónde se había quedado anteriormente.
─¿De escritura?
─Dedico una hora al día para mi novela. Tal vez si hicieras lo mismo tu blog sería más coherente ─se escuchó un sonidito indicando que ya podía empezar a escribir como se debía─. He leído diarios de asesinos seriales con mejor puntuación.
