01. Jimin

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—¡Aquí está! ¡Mira!— mi compañero de cuarto, Taehyung, grita a todo pulmón mientras corre hacia mi habitación.

Fuimos amigos durante toda la preparatoria y universidad para después mudarnos a Seúl juntos después de la graduación. A pesar de que conozco a Tae por lo que parece un millón de años, todavía me sorprende la exuberancia de su voz. Es bastante fuerte. Él es un de esos chicos que pueden comer casi cualquier cosa sin subir ni medio kilo.

Desafortunadamente, yo no soy tan talentoso. De hecho, mi cuerpo parece tener el don opuesto. Podría no comer nada más que vegetales durante una semana entera, que en cuanto coma una porción de pizza, ya subí un kilo.

—¿Qué es? —pregunto, forzándome a sentarme. Es mediodía y todavía estoy en la cama. Mi madre cree que estoy deprimido y quiere que vea a un psiquiatra. Puede que tenga razón, pero no puedo entender su insistencia.

—¡La invitación! —dice Tae saltando en la cama a mi lado. Lo miro fijamente. Y entonces de repente lo recuerdo. Esta debe ser la invitación.

—Quieres decir... que es...—

—¡Sí! —grita y me abraza con entusiasmo —¡Dios!— Le falta el aire y se aleja de mí igual de rápido.

—Oye, un dato no necesario es que todavía no me he lavado los dientes— digo, apartando mi rostro del suyo.

—¿Y qué estás esperando? Ve a cepillarlos, asqueroso —me ordena. A regañadientes y me dirijo al baño.

Hemos estado esperando esta invitación desde hace algún tiempo. Y por hemos, me refiero a Kim. Solo he estado siguiéndole la corriente y fingiendo que me interesa, sin esperar que llegara de verdad.

Sin poder contener su emoción, irrumpe a través de la puerta cuando mi boca todavía estaba llena de pasta de dientes. Está dando saltos, sosteniendo una caja en su mano.

—Espera, ¿qué es eso? —balbuceo, y me lavo la boca con agua.

—¡Esto es todo!— grita y me empuja a la sala antes de que tenga la oportunidad de limpiarme la boca con una toalla.

—Pero es una caja— le digo mirándolo.

—Está bien— Tae toma un par de bocanadas profundas de yoga, exhalando en voz alta. Pone la caja con cuidado sobre la mesa de nuestro comedor.

No hay una dirección en ella. Parece algo así como una elegante caja de regalo con una gran T bordada en el medio. ¿Es la T de Taehyung?

—¿Así es como llegó? ¿No hay una dirección en ella?— pregunto.

—Fue entregado en mano— susurra. Aguanto la respiración mientras él la destapa cuidadosamente, revelando el interior de la caja de madera cubierta de satén y seda.

La parte superior está chapada en oro con espirales extravagantes alrededor de los bordes, y el área reflejada está grabada con su nombre completo. Kim Taehyung. Debajo de su nombre hay una fecha, la semana próxima. 8 p.m.

Lo miramos por un momento hasta que Tae extendió su mano hacia la elegante perilla para abrir la caja. En el interior, se encuentra un monograma personalizado hecho de papel de aluminio dorado sobre seda estampada en el interior de la solapa.

También hay un folio cubierto de seda. Kim abre con cuidado el folio y encuentra otra inicial y la invitación. La invitación interior es de una capa color blanco brillante, con letras brillantes.

—¿Esto es en serio? ¿Cuántas capas de invitación hay? —pregunto. Los dos estamos debidamente impresionados.

—Hay otra cosa ahí— le digo, señalando un compartimento en frente de la caja. No estoy seguro de cómo se nos había perdido antes. Taehyung tira con cuidado de esta, revelando un cajón que contiene los encartes (una tarjeta con instrucciones y una tarjeta de respuesta).

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