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— No, Hermione, no creo que me invite.
Pronto sería el baile de navidad y la chica frente a mi no paraba de decir que Cedric Diggory — el amor platónico de todas las chicas de Hogwarts — podría invitarme al baile, y la verdad no me desagrada la idea, solo que no creo que lo haga.
— Que si lo hará — insistió —, además, no me puedes negar que estuvieron juntos en el mundial de Quidditch.
Hermione y yo fuimos invitadas por la familia Wesley a la Copa Mundial de Quidditch. Y es cierto, todo el juego estuve junto a Cedric, y fue muy atento conmigo, que incluso me regaló muchas cosas relacionadas al equipo que estábamos apoyando. Aún cuando estaba mirando a los jugadores, podía sentir su mirada en mi, como si tratara de memorizar cada facción de mi rostro, e igual las miradas de Harry y Ron estaban puestas en el chico, suelen ser muy celosos, y tengo certeza de eso.
— En el hipotético caso de que lo haga, ¿Sabes cómo se pondrían Harry y Ron? — más que una pregunta fue afirmación. Sabía la respuesta.
— De esos dos tontos no tienes que preocuparte, lo que importa eres tú ¿Dirías que si sí te lo preguntara?
No respondí. Mire a un punto fijo sin querer mirarla a la cara, pero que sabía contenía una sonrisa de triunfo. Claro que le diría que si, es lo que quiero, es lo que toda chica quiere, ir a su primer baile con un lindo vestido, con el chico que le gusta, y bailar hasta que no puedas más. Es lo que yo quiero y nunca admitiría en voz alta. Quiero mi estúpido baile, mi estúpido vestido y mi estúpido príncipe azul, en este caso, amarillo.
(....)
Han pasado tres días desde esa charla — o insistencia de parte de Hermione — sobre que Cedric me invite al baile, lo que ya veo imposible. El baile se llevaría a cabo mañana, y por lo que pude averiguar, ya Cedric a invitado a Cho Chang, y odio admitir que me pone de mal humor. Estaba en el comedor cuando por "accidente" escuche la conversación de dos chicas de su año, comentando lo asombroso que sería la pareja el día del baile, y que sus hijos serían bellos y que bla, bla, bla.... Puras estupideces.
Nisiquiera he visto al chico dorado, es como si se lo hubiera tragado la tierra, hasta considere preguntarle a Harry al ver la cercanía que tuvieron antes de la primera prueba, pero soy muy orgullosa para admitir que lo ando buscando, o peor aún, que quería ir al baile con él. De todas formas, mi mecanismo de anti-desilucion está activado, ya me dije a mí misma que no importa si no me invita él o cualquier otro, iré aún así, no es obligatorio ir en parejas y podré disfrutarlo con mis amigos. O eso me digo para convencerme.
(....)
El día del baile llegó, y todos estaban eufóricos. En la mañana tuvimos que asistir a las clases, pero el profesor Dumbledore canceló el resto de la tarde para que todos tengan tiempo de prepararse para la gran noche que se llevará a cabo en el gran comedor. Estaba junto a Hermione preparándonos para estar a tiempo, yo no tenía prisa, pero ella iría con Krum, así que decidí ayudarla y de paso prepararme yo.
