capitulo IV

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¡Oh vamos! – se quejo cyno.

Amor mío, solo me iré por unas semanas – dijo tighnari.

Pero porque a mí no me han invitado si es para los gobernantes de las naciones – dijo molesto cyno.

Somos la misma nación dividida en dos, fácilmente pueden invitarte a ti – tighnari acaricio suavemente el cabello blanco de cyno.

Uhmm, pero... No deseo dejarte solo, ¡te acompañaré! – cyno comento alertando a tighnari.

Cariño – suspiro
Está bien, puedes venir pero vendrás porque solicitaré una carta a la organizadora para que te vengas – solto sus cabellos, para luego besarlo tiernamente.

Nari, te amo – cyno acaricio su mejilla.

Yo también te amo cyno – tighnari solo sonrió para el derritiendo el corazón de cyno.

Han pasado un año que ellos se conocen, las cosas han estados tranquilas, Phella estaba embarazada y tighnari sintió una maravillosa felicidad ante la noticia, cyno sintió alegría por su amante al saber que también será padre.

Cyno ¿que pasaría si nuestros reinos entran en guerra y yo muero en ello? – comento insignificantemente.

Callado...No digas barbaridades Nari, tu eres mi mundo, por ti he traicionado a mi reino y perdí mi dignidad en ello, te anhelo cada noche en mi pieza, Nilou ocupa el lugar que tú deberías ocupar – beso suavemente la mano del contrario.

Tranquilo, solo pregunto – acaricio suavemente sus mechones tratando de calmarlo.

Al rato tighnari le escribió a los demás diciendo "Buenos días, tardes, noches.
Me he tomado el tiempo en escribir en esta carta, que solicito que el soberano del rey del norte también asista, ¿Porque? Porque el también es parte de sumeru, por ello pido que sea invitado y que se guarde la mayor discreción en esta invitación" mando a uno de sus guardias para que se entregue en el lugar de la invitación de los gobernantes.

Pocos días después cyno recibió la noticia que si podía asistir, así que invito a su hermana, candace a venir

ante la ida nunca fue peligrosa y dificultosa,  cuando llegaron ambos soberanos todos quedaron sorprendidos ante la belleza de tighnari, se escuchaban murmuros como "¡Wow! que hermoso muchacho, pero ¿quien lo invito?" "que angel mas bello..." "¿el no es el rey tighnari?" "que belleza tan pura y fragil", uno en especial tuvo la mirada de aquel rey admirado.

por otro lado tambien muchos se sorprendieron por la presecia del soberano del norte, muchos pensaban que los de esa tierra marchita no eran invitados o no asistian.

buenas tardes a todos...soy el consejero real de mi rey, arrodillense ante el gran soberano tignari  – dijo Al-haitam.

chico no tenias que hacer eso  – una pequeña risilla se le escapo ante aquella presentacion.

un gusto a todos, como ya saben y anteriormente venia mi padre, pero ahora yo dirigio en sus tierras, gobernadores es un placer estar aqui  – termino con una sonrisa que iluminaba a varios. los aplausos resonaron por todo el fino lugar.

buenas tardes, soy el soberano de el desierto de sumeru, e venido a presenciar la reunion por lo que se, se le comunico a todos un tema importante  – seriamente dijo esas palabras que todos tuvieron miedo, los ambos soberanos junto a sus acompañantes se retiraron a sus piezas.

cyno despues de un rato decidio salir a refrescarse fue el momento donde llamo a tighnari atravez de aquella joya que anteriormente fue regalada por su amado.

¿puedes venir?  – observaba calidamente el paisaje mientras hablaba.

claro ya voy  – dicho eso tighnari se puso rumbo a donde se ubicaba cyno pero no contaba que alguien los escuchaba, aquella morena con heterocromia, ya se habia quedado a escuchar la conversacion al escuchar la voz de su hermanom, asi que no dudo en seguirlos.

¡Enemigos Amantes! • • CynonariWhere stories live. Discover now