HISTORIA DE -BAKUGO KATSUKI X TN-
T/n Suzuki es la hermana mayor de Eri Suzuki. (Si sé que no tiene ese apellido, pero como nunca se mencionó antes elegí este, ustedes pueden elegir otro si así lo prefieren)
💙 Desde el nacimiento de tu hermana men...
Tn: ¡Bakugo, suéltame! - le dije. Me agarraba de la muñeca y tiraba de mí a paso rápido por la calle.
Los eventos que transcurrieron hasta llegar a este punto habían sido tan veloces como una estrella fugaz. Empecé a recordar. Esa misma mañana...
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Sonó la alarma del teléfono. Eran las diez de la mañana, y con pesadez, pospuse la alarma. No tenía ganas de levantarme esa mañana. Planeaba quedarme más tiempo descansando, después de todo, el día anterior había agotado mis energías. La calidez que desprendían mis sábanas me adormecía, y caía lentamente en los brazos de Morfeo. Sin embargo no fue así. La puerta de mi dormitorio se abrió de par en par. Y rápidamente una hermosa niña con el cabello color del cielo, se abalanzó sobre mi. Vaya forma de despertar.
Eri: ¡Onee-san!¿Estás despierta ya?
Tn: No... - dije con los ojos cerrados, acurrucándome mientras pasaba mis brazos alrededor de la pequeña. Levemente los fui abriendo. - Vale, ahora sí. - sonreí al ver los ojos de la pequeña clavados en mí, mientras observaba cada uno de mis movimientos.
Eri: ¿Vienes a despedirme?- me preguntó.
Tn: ¿Ya os vais? Pensé que os iríais después de comer.
Eri: Esa era la idea, pero le insistí mucho a Deku y acepto que fuéramos antes. - dijo sonriendo.
Tn: Está bien. Dame cinco minutos y bajo, ¿si?
Eri: ¡Está bien! - dijo mientras me daba un abrazo. Acto seguido se bajó de un salto de la cama y corrió en dirección a la puerta. Allí se detuvo y me miró. - Sólo cinco minutos.- exclamó. Luego cerró la puerta, y sus pisadas se desvanecieron por el pasillo.
Me levanté rápidamente y ordené el cuarto. Me puse ropa cómoda, obviamente no iría a despedir a mi hermana en piyama. Bajé a la sala común y me encontré con Izuku y mi hermana.
Izuku: Siento las prisas Tn...
Tn: No te preocupes. Entiendo que no puedas negarte a las peticiones de Eri-chan. Yo tampoco puedo.
Izuku: ¿Estás segura de que no quieres venir con nosotros?
Tn: No te preocupes por mí. No quiero dar más problemas. Mientras Eri esté bien, yo también. - sonreí acariciando la cabeza de la nombrada.
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Izuku: Está bien. No te preocupes, yo la protegeré de cualquier cosa, no le pasará nada.
Tn: Te creo. No te preocupes. Y tú...- dije agachándome - se buena y no le causes muchos problemas a Deku y a su familia, ¿entendido?
Eri: ¡Sí! - nos abrazamos por última vez antes de que salieran por la puerta en dirección al hogar de Midoriya.
Suspiré, ya no tenía nada más que hacer. Decidí subir a mí habitación. Me tumbé en la cama mientras miraba hacia el techo. Coloque mis manos bajo mi cabeza y pensé en las posibilidades que tenía ahora. Prácticamente no quedaba nadie en los apartamentos, y los pocos que quedaban, se irían a visitar a sus familiares en menos de una hora. Qué podría hacer yo ahora. ¿Dar un paseo? ¿Hacer fotografías? ¿Dibujar un rato? ¿Escuchar música o ver una serie? En ese momento, no me apetecía ninguno de mis hobbies favoritos.
