Caballero dorado de Piscis

Luz y Sombra

Los pasos se hacían cada vez más pesados sobre las escalinatas del santuario, la mirada baja y perdida o pensativa no lo dejaba tranquilo en todo momento. Estaba como en automático un robot que avanza hacia su destino, aquel frio le recorrió la mejilla logrando que volviera a la realidad.

-Vaya ya llegué-respondió en murmuro para suspiro- ¿Maestro Camus esta?

La voz resonó por el templo logrando un silencio helado bajo la cabeza al pensar que no estaba en el templo, pero unos pasos lo hicieron volver a tener esperanza.

Camus: ¿Hyoga que sucede? -comento apareciendo y saliendo de la sombra de sus paredes

Hyoga lo miro con una ligera sonrisa-Quería saber si podía hablar con usted, claro si es que no estaba ocupado

Camus solo sonrió bajo-Claro que tengo tiempo para hablar contigo Hyoga-menciono mientras colocaba su mano en su hombro-Vamos a la sala

Caminaron hasta llegar a la sala donde ambos tomaron asiento, Hyoga estaba pensando en cómo hablar con su maestro o mejor dicho su padre, durante su entrenamiento cuando era niño vio a su maestro como una figura paterna tanto que le llego a tener mucho cariño y respeto.

-Lo que pasa es que...-dudo un poco al hablar y mirando a otro lado

Camus lo miro mientras alzaba una ceja-Tranquilo puedes decirme cuando tengas tiempo-respondió mientras tomaba una pequeña taza

El silencio apareció logrando escuchar las respiraciones de ambos esperando que alguno digiera algo- Shun desapareció

Camus: Entiendo-lanzo un suspiro- ¿Qué ocurrió?

Hyoga: Seiya vino corriendo diciendo que Shun actuaba raro y se desmayó-suspiro-luego de eso desapareció

Cerro los ojos levemente por aquel comentario y se quedó unos minutos callados-Hyoga sé que estas preocupado y lo vamos encontrar-comento colocando su mano en su hombro- ¿Ya hablaste con Mü?

Hyoga: No

Una sonrisa leve-Vamos entonces-respondió para luego levantarse junto a su discípulo y empezar a caminar con dirección a la salida

En el templo de Aries dos bellas rosas descansabas sobre las camas acompañados por el caballero de cáncer quien no movió del lugar, Afrodita había despertado unos minutos antes, pero el dolor de cabeza le impedía levantarse por lo que cayo dormido a los segundos.

DM: No sabes cómo me preocupe-comento suave mientras le acariciaba la mejilla

Eri estaba durmiendo después de unas horas se levantó aun soñolencia logrando escuchar una suave voz por lo que se levantó un poco, miro la habitación primero a su padre quien dormía en la silla junto a la camilla de su madre mientras una mujer estaba a su lado.

Eri: ¿Quién es usted? -murmuro mientras que la mujer solo le sonrió llevando su mano a los labios indicando un silencio

-Tranquila, estas bella mi pequeña nieta-lo dijo con una sonrisa triste mientras miraba a su hijo

Abrió los ojos por el comentario para luego sonreír-Eres mi abuela-lo dijo con alegría mientras sollozaba suavemente

-Cuídate mucho mi niña-se acercó depositando un beso sobre la frente de la pequeña-siempre los estaré cuidando-sonrió-es hora de despertar mi niña te esperan

-Eri despierta-se empezó a escuchar a lo lejos logrando que la pequeña empezara a abrir los ojos con algo de dificultad

DM: Mi niña ya estaba preocupado-hablo bajo al ver como ella recién se levantaba