El Adiós

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Nora:

POR ORDEN DEL MINISTERIO DE MAGIA

Dolores Jane Umbridge (Suma Inquisidora) sustituye a Albus Dumbledore como director del Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería. Esta orden se ajusta al Decreto de Enseñanza n.°28.

Firmado:

Cornelius Oswald Fudge

ministro de la Magia

Los carteles habían aparecido en el colegio durante la noche, pero eso no explicaba cómo era posible que todo el mundo, sin exceptuar a nadie en el castillo, supiera que Dumbledore había burlado a dos Aurores, a la Suma Inquisidora, al ministro de la Magia y a su asistente júnior, y había escapado.

Nora estuvo pensando toda la noche las palabras de Dumbledore.

Manténganse juntos, son más fuertes, su vínculo les dará protección...

Pronto lo entenderás...

¿De qué vínculo estaba hablando? ¿Y qué diablos tenía que entender?

No pudo hablar con Draco porque la profesora McGonagall se había asegurado de llevar a cada uno a su respectivo dormitorio, cuando salieron del despacho del director.


—Dumbledore no tardará en volver —aseguró Ernie Macmillan con aplomo cuando regresaban de Herbología, tras escuchar atentamente la historia de Harry—. Cuando estábamos en segundo, no consiguieron alejarlo de aquí mucho tiempo, y esta vez tampoco lo conseguirán. El Fraile Gordo me ha dicho —adoptó un tono confidencial y bajó la voz, de modo que Harry, Nora, Ron y Hermione tuvieron que acercarse más a él para oírlo— que anoche la profesora Umbridge trató de entrar en el despacho del director después de buscar a Dumbledore por todos los rincones del castillo y los jardines. Pero la gárgola no se apartó de la puerta. El despacho se había cerrado para impedirle la entrada. —Ernie sonrió con suficiencia—. Por lo visto, le dio un berrinche de miedo.

—Seguro que le habría encantado sentarse en el despacho del director —dijo Hermione con rabia mientras subían la escalera de piedra hacia el vestíbulo—. No soporto la prepotencia con que trata a los demás profesores, la muy estúpida, engreída y arrogante...

—A ver, Granger, ¿cómo termina esa frase? —Pansy Parkinson salió deslizándose por detrás de la puerta, seguida de Crabbe y Goyle. La malicia iluminaba su pálido rostro—. Me temo que tendré que descontar unos cuantos puntos a Gryffindor y a Hufflepuff—sentenció arrastrando las palabras.

—Los prefectos no pueden quitarles puntos a sus colegas, Pansy —saltó Ernie de inmediato.

—Ya sé que los prefectos no pueden descontarse puntos unos a otros —dijo Pansy desdeñosamente. Crabbe y Goyle rieron por lo bajo—. Pero los miembros de la Brigada Inquisitorial...

—¡¿La qué?! —exclamó Hermione con aspereza.

—La Brigada Inquisitorial, Granger —repitió Pansy, señaló una «B» y una «I» diminutas y plateadas que llevaba en la túnica, debajo de la insignia de prefecto—. Un selecto grupo de estudiantes que apoyan al Ministerio de la Magia, cuidadosamente seleccionados por la profesora Umbridge. Los miembros de la Brigada Inquisitorial tienen autoridad para descontar puntos. Así que, Granger, a ti te voy a quitar cinco por hacer comentarios groseros sobre nuestra nueva directora. Macmillan, cinco puntos menos por llevarme la contraria. Y a ti otros cinco porque me caes mal, Nora y también a ti Harrry ¿por qué no? Weasley, llevas la camisa fuera de los pantalones, tendré que quitarte cinco puntos por eso. Ah, sí, se me olvidaba, eres una sangre sucia, Granger: diez puntos menos.

WEAKNESSWhere stories live. Discover now