Objetivo cinco

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Narra Tsunayoshi Sawada

Ha pasado un mes desde que llego Gokudera a Namimori.

Nuevamente la normalidad había llegado a mi vida o eso creía.

Ya que me encontraba al borde de la azotea tratando de salvar a

Yamamoto.

Todo comenzó unos días antes cuando fue la final del campeonato

de béisbol de la prefectura, si ganaba Namichu el equipo se iría a las

nacionales.

Todos creíamos que se ganaría al campeonato pero Yamamoto no

logro atrapar la pelota causando que perdieran.

Todos estaban tristes por haber perdido pero había personas

molestas que incluso llegaron a molestara al sonriente Yamamoto e incluso parte de su equipo se molestó con él y le echaban la culpa.

Aquello deprimió a Yamamoto al punto de llegar a donde me encontraba.

Al ser la hora del recreo Gokudera y yo acordamos en ir a la azotea para almorzar pero mi ahora amigo paso a la cafetería, así que decidí adelantarme, pero al llegar a la azotea me topo con

Yamamoto en el borde. No me da tiempo de gritar por que se lanza, corro lo más rápido para detenerlo, por suerte logre tomarle la mano. Pero al ser demasiado alto no podía aguantar su peso.

—¿Por qué lo haces?

—Soy un inútil, hice perder al equipo—grita entre lágrimas

—no digas eso Yamamoto, yo soy el inútil aquí, todos me molesta pero por mas que me quiero ir no puedo, mi madre me extrañaría, así pasaría con tu padre y tus amigos.

—Ellos no les importo están molestos conmigo.

—Entonces no son tus amigos, pero sabes algo, yo si te extrañaría

si te pasa algo, así que ayúdame a subvierte.

—esta bien.

Estaba por intentar subir cuando mi patosida hizo de la suya y me

resbale, estaba por caer yo también cuando alguien me sostiene del pie.

—¡decimo!

Como puede Gokudera trata de subirnos pero no iba a soportar nuestro peso.

Observe como en el suelo se encontraba varios estudiantes viéndonos.

Para nuestra suerte aparece Hibari y Kuskabe san y lo ayudan a subirnos.

—Estas bien omnívoro.

—si, Hibari san, y tú Yamamoto.

Él me rodea mientras sus lágrimas mojan mi hombro.

—ya, ya paso—le doy palmaditas en su espalda

—Por mi culpa casi mueres también.

—No digas eso, además me harías un favor—bromeo

Yamamoto solo llora más le doy más palmaditas para consolarlo.

—¡DÉCIMO!

Gokudera se une al abrazo.

Narrador omnisciente

El de patillas rizadas observa la escena oculto entre los árboles.

—Estas loco pudo morir—dijo un niño de cabellos rubios

—el estará bien y si pasaba algo yo saldría en su rescate.

—y si todo salía mal.

—no saldría nada mal, él lo protegería— responde mientras observaba al abache

Después desvía su vista en los papeles que tenía en su regazo.

—el mocoso cuando llega.

—creo que aterrizó aquí en Japón hace dos horas, así que ya esta

en camino a la residencia de los Sawada.

—Perfecto, otro guardián más.

Tsuna había regresado a su casa tras un ajetreado día en la escuela

en la que tuvo que salvar a su ahora amigo.

Al entrar se topa con un joven menor que él portaba el uniforme de

la secundaria de Namimori, sus cabellos negros y rizados invadían parte de su rostro.

—hola soy el gran Lambo Bovino—se presento el de ojos verdes

—Tsunayoshi Sawada.

No tenía ni la mínima idea que hacía en su casa aquel chico.

—Oh ya conociste a Lambo.

—¿Lambo?

—A se me olvido a decirte que me registre para recibir a estudiantes

de intercambio, Lambo proviene de España se quedara un tiempo

para estudiar aquí en Japón

Les sorprendía que aquel adolescente supiera perfectamente japonés a diferencia del castaño que solo sabía su idioma natal.

—bueno los dejo iré a comprar unas cosas para la cena, pueden pedir algo que comer.

La mujer se retiró del hogar dejando a ambos adolescentes.

—Entonces tu eres mi cielo.

—¿he?

—Verde san me habló de ti, me dijo que yo sería tu guardián.

—espera sabes de Vongola.

—si, mi familia, ósea los Bovino son aliados de tu abuelo y por la

alianza que existe yo debo ser tu guardián. Espero que nos llevemos bien.

Antes de que le preguntara algo el de cabellos esponjosos se fue dejado solo al castaño.

El herederoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora