Objetivo veintisiete

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Maratón: 6/6


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Narra Hibari Kyoya

Ha primera hora de la mañana me reuní con Emma para hablar sobre lo que Lambo nos contó en el pasado.

Tenía entendida que el herbívoro de Dino le explico a Tsuna sobre que su amigo de la infancia era parte de la mafia.

—¿Por qué nunca le mencionaste sobre lo que vio Lambo en el futuro a Reborn?

—si el mocoso herbívoro le contaba todo lo que vio en el futuro o yo se lo contara se lo llevaría y no quiero eso, no quiero que se vuelva a repetir.

Lo ultimo lo dije en voz baja para que no notara lo débil que era en ese aspecto.

—tal vez lo entienda, yo tampoco estoy de acuerdo que Tsuna se meta en esto, he estado en misiones y es horrible.

Note como se abrazaba así mismo, tenía entendido que Emma al ser el heredero de Simon estaba siendo ya introducido en el negocio familiar.

Por su reacción supe que fue difícil presenciar toda la mierda que había a su alrededor. En el pasado yo quise cargar todo, ocultando todo lo malo a su alrededor al cubrirle los ojos, como cuando Reborn asesino frente a un par de niños a los persecutores del herbívoro de Mokuro y Chrome. Aquel día cubrí sus ojos y le indique que se tapara los oídos para estar absorto en su mundo.

Tsuna era demasiado puro para ser intoxicado por el mundo de la mafia. Mire a Amaris que era su guardiana y protectora. La llama de la luna o como el resto del mundo la llamaba no era para corromperlo si no para absorber toda la oscuridad alrededor del cielo, la llama de la luna estaba para iluminar el cielo en la oscuridad, es decir que Amaris debía poseer todo lo malo que estuviera a su alrededor.

—él no lo entenderá, Vongola ya esta podrida desde hace tiempo, nuestro deber es apartar a Tsuna de aquella Vongola y destruirla—argumenta Amaris

—Entonces estamos solos en esto—cuestiona el omnívoro de Emma

Emma y Tsuna eran los únicos que podía catalogar como omnívoros, ellos podían actuar como un par de herbívoros, no obstante, cuando estaban en una situación complicada se transformaban en unos carnívoros.

—si, ellos no comprenden los ideales de esta nueva Vongola, nosotros tenemos los mismos ideales de la primera generación.

Amaris responde a su pregunta, mientras que yo me limito a asentir.

Conversamos sobre la seguridad que tendría Tsuna durante su estadía aquí, en lo que Imetsu andaba merodeando en Namimori. El omnívoro me confirma que todo está bien.

—¿te quedaras a desayunar? Estoy seguro de que Tsuna se alegrara de verte.

—no, él debe creer que todos nuestros son casuales—respondí

—entonces los acompaño a la salida.

—no es necesario Suzuki—responde Amaris con desdén

Los dos caminamos a la salida, la otra carnívora tan solo se despide de ambos.

—¿celosa?

—¿Por qué lo estaría? Si no eres nada mío, solo que ella no me agrada.

—¿Qué hay de Chrome?

El herederoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora