11.2 Gato cariñoso

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—Así que ¿A dónde vamos y por qué dejaste a Jungkook a torturar a la madre de ese niño?

—Vamos a tener una linda cena de reclamación.

Taehyung frena abruptamente. De no tener el cinturón, Jimin habría golpeado el parabrisas, sin duda ningún.

— ¿Ah? —balbucea Taehyung confundido—. ¿Como que cena de reclamación? Reclamar quien a quien y cuando dije nada de reclamar.

—No te angusties. Sigue tranquilo y confía en mí. Será divertido.

Taehyung queda lleno de dudas al respecto, sin embargo, va a la dirección que le da el beastman Ragdoll. Es un conjunto residencial bastante bueno. El edificio lo intimida de lo lujoso que es. Diría que viven magnates en este lugar. Lleva tímidamente su bolso con ropa. Jimin le pidió que trajera una muda para vestir refinado. Hubiera preferido ponérsela antes de venir.

El interior del departamento es igual de pomposo que el exterior, aunque un poco más relajado y hogareño por las plantas y adornos de madera. Se queda viendo una foto de graduación. Deja caer las cejas. Vale, debió suponer que este lugar es de Namjoon.

Al menos puede decir que se ve mejor ahora. Antes era un total punk con ese peinado y perforaciones. No sabe si reír o llorar del hecho de que Jimin está en ese grupo de ¿Qué son? Asumirá que leonas, que lo acompañan ahí y a juzgar por otra foto, las cuatro son sus esposas ahora.

—Namjoon me lo prestó. Puedes ir al baño a cambiarte.

Se dirige a darse un baño y cambiarse. Jimin se queda para preparar la comida. Espera que le salga bien o lo suficientemente regular para no querer tirarla por la ventana. Afortunadamente para los estómagos de ambos, fue buena. Algo picante, pero soportable. Taehyung salió del baño usando una camisa de vestir con estampado de bacterias, pantalón negro y zapatos elegantes, el cabello peinado un poco a un lado gracias a lo mojado que está. Jimin usa pantalones con aberturas a cada lado, el cabello atado en un moño de bailarina y una blusa debajo de los hombros de material felpudo. Empiezan a comer con música instrumental de fondo. Hablando de todo y nada. Simple chachara para adornar el ambiente entre ambos.

Taehyung no quiso decirle que se le pasó la sopa de picante, lo sintió demasiado atorrante. Al acabar con la cena comen postre y Jimin se levanta antes. Taehyung juega con la cuchara pequeña en sus labios. Se pregunta qué es todo el misterio en esto.

Casi se traga la cuchara del susto cuando Jimin regresa con un ramo enorme. El Omega le sonríe con deje apenado, acercándose.

— ¿Quieres ser mi Alpha?

Extiende el ramo de flores purpuras. Taehyung lo toma, entre conmovido e impresionado. Lo presiona un poco entre sus manos, encontrando que hay una nota con un corazón dibujado. Un oso y un gato en medio y signos de interrogación. Es gracioso como Taehyung se preocupaba tanto de su forma de ser "extraña" cuando Jimin es casi igual a él. Se ríe negando con la cabeza.

—Que Omega tan tonto eres.

— ¿Me lo tomo como un sí?

—Sí. Claro que sí.

Dice Taehyung risueño con voz gruesa, emocionada y exaltada.

— ¡BIEN!

Jimin exclama, lo sujeta y Taehyung abr ellos ojos de par en par por la mordida en el cuello. No pensó que Jimin pensara en esto cuando se refería a "reclamación", pero para que negar que le encantó. Jimin lo toma del rostro y le da un beso en los labios, presionando los suyos con los de Taehyung. El Alpha le acaricia las manos y luego frota su frente con la contraria. Es satisfactorio escuchar los constantes ronroneos de Jimin.

Fluffy  선생님 || VMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora