Tres puntos de color se hacían resaltar por el inmenso bosque que iban a toda velocidad para poder alcanzar a una cuarta manchado color plateado.
"¿¡Que mierda le pasó a Kakashi-Sensei!?"
•| La siguiente historia solo tiene el fin de entretener.
•...
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Un último nudo y estaba listo.
Se alejo de aquel cuerpo y lo observó por segundos. Fue un poco idiota de su parte, no creyó que funcionará pero lo hizo. Tal vez Deidara pudiera combatir el sharingan por ese ojo ocultó entre su flequillo pero no pudo hacer nada en el momento en que Tobi lo dejo inconsciente.
Fue fácil con ayuda de una rama todo es posible.
Y ahora lo más importante, miró por última vez aquellas cuerdas y sin más Tobi fue absorbido en un segundo.
[. . .]
Decir que se encontraba confundido era poco, no entendía nada ¡Ni un carajo! ¿Qué había pasa? ¿Por qué?
No sabe nada y aún cuándo quiere respuestas sabe que nadie se las podrá dar. No ahora. Cuando aún es de noche. Tendrá que esperar al amanecer para poder preguntar algo, tal vez a la Hokage o a Sasuke.
Ronda la medianoche y en estos momentos un peliplateado se encuentra terminando de dar unos últimos arreglos a la cocina de su hogar. Cuando la sensación de inquietud y terror abandonó su cuerpo así que para poder alejar cualquier pensamiento negativo decidió dar una gran limpieza a su casa, empezó por la sala, barrió, movió muebles y saco las cosas de las cajas que después doblo y guardo. Prosiguió con los demás, cuartos —Donde encontró su ropa que se encontraba algo polvorienta pero sin importar, se cambió—, baño, sala de entrenamiento —Que por alguna razón tenía una mancha oscura en el suelo que trato de limpiar pero sin éxito alguno— y finalizó en la cocina que actualmente está terminando de acomodar.
El último plato limpio y seco es guardado, se aleja lentamente hasta llegar a la puerta de la cocina y observa su trabajo, pasa una mano por su frente para limpiar el sudor acumulado y sonríe satisfecho.
Un gruñido le hace bajar la vista y tomar su estómago para hacer una mueca. El tiempo pasado con el ejercicio ejercido le está cobrando factura ahora. Necesita alimento si no quiere que su estómago siga gruñendo.
Pero...
¿Dónde sacará comida a las doce de la madrugada?
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