Capítulo 25: "Un traductor para llegar a ti"

30 6 4
                                    

Chicos, ahora que ya se han pasado las fiestas navideñas, os dejo un nuevo cap donde Luna aún tiene que vivir nochevieja 🤭🤭 ¿Qué tal fueron vuestras navidades? Os leoo 💕
*****

Recordaré toda mi vida el día de Nochevieja porque no dejó indiferente a nadie, pero sobre todo lo marqué en mi calendario como la noche más especial del año. Estaba maquillándome y escuchando de fondo "Delito" de Nathy Peluso para motivarme, cuando empezó a sonar mi teléfono. Dejé el eyeliner sobre la mesa del escritorio y respondí con una sonrisa en la cara al ver que el que me llamaba era Axel.

-¿No has podido aguantar a felicitarme el año dentro de...exactamente cinco horas? - pregunté mirando el reloj en mi muñeca-.

-No, cinco horas son muchas para decirte todo lo que quiero decirte, Lunita.

-Tú siempre tan impaciente.

-Si se trata de ti, ya sabes que sí.

Me sonrojé de inmediato, por lo que agradecí no tenerle delante para que se riera de mí.

-Bueno, ¿y qué es eso tan importante que no puede esperar?

-Primero pensé en enviarte un audio, luego pensé en que hiciéramos videollamada, más tarde me debatí en llamarte por teléfono...pero ninguna de esas cosas me convencía.

-¿De qué estás hablando? -pregunté contrariada y riendo-.

-Pensé sobre todas las posibles formas de celebrar el fin de año contigo.

-¿Y encontraste la apropiada?

-Digamos que encontré una en la que pudiéramos estar más cerca.

-Sorpréndeme -dije mordiéndome el labio y sintiéndome de nuevo una quinceañera-.

-Hablé con nuestro ángel de la guarda -supe de inmediato que se refería a Omar-, me facilitó una serie de datos y digamos que acabo de hacer la locura más estúpida que he hecho en toda mi vida.

-¿Qué has hecho, Axel?

Entré en pánico esperando su respuesta.

-¿Qué tal si me abres la puerta de tu bonita y, dicho sea de paso, gran casa? No me habías dicho que vivías en una urbanización privada de este tipo -dijo sonando despreocupado-.

-¿Qué has hecho quéé?

Oh no oh no oh no. Mi madre y Hugo estaban aquí y no iba a ver un milagro del cielo que me librara de que ellos y Axel se encontraran. Me asomé a la ventana en cuanto me lo dijo y pude verle tras la verja negra de mi casa, con una maleta de cabina en la mano. Colgué el teléfono sin decirle nada y bajé corriendo las escaleras de mi casa en su búsqueda. Tenía que encontrarle primero antes de que lo hiciera otra persona.

Con los nervios, había salido completamente descalza y había infravalorado de paso el gesto de amor más bonito que había hecho alguien por mi en toda mi vida. Le di al botón que abría la verja y mi corazón empezó a ir a mil por hora al tener a Axel al otro lado de los barrotes. Cuando me vio no supo cómo reaccionar, así que lo hice yo por él.

Le agarré del brazo fuertemente y nos conduje unos metros más allá de mi casa. Una vez escondidos entre los árboles de la urbanización, nos quedamos completamente quietos, mirándonos a los ojos y jadeando por el momento. Cuando me di cuenta de que no se trataba de ningún sueño, me lancé a sus brazos. Él me cogió en volandas y me enrosqué como un koala sobre su cintura, mientras nos hacía girar. Después, y aún en sus brazos, le sostuve la cara entre mis manos para comprobar que de verdad él estaba en Santander.

-Estás aquí -dije mirándole a los ojos, sin poder creérmelo-.

-No podía pasar más tiempo sin verte. Ni te imaginas las veces que me han insistido mis amigos para que les trajera conmigo.

"A una luna de distancia"Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin