Capítulo - 13

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Dean

Por fin hemos vuelto a casa. Son las nueve y media y toda esa gente que invadía el lugar ya ha hecho lo que tenía que hacer por hoy.

Han limpiado todos los rastros de sangre, no sin antes tomar una muestra, por supuesto. Han buscado las llaves de la sala de seguridad para poder ver las grabaciones de la Casa Real, pero no las han encontrado. Han estado analizando toda la zona pero no han encontrado nada sospechoso. También sigue en pie la búsqueda del guardia nocturno, pero todavía no ha aparecido. En resumen, todo ha ido como el culo.

Ahora acabamos de cenar los siete adolescentes, Arthur y William. Ha sido raro. Y pensar que ahora van a ser ellos quien cuiden de nosotros...

Al terminar de cenar, cada uno ha ido un poco a lo suyo. Nette, Jeremy, y Eddy están jugando a videojuegos; Alfie y Bella están en la habitación de Bella; Cherry está en su habitación, con su móvil probablemente; y yo estoy en mi cuarto leyendo.

Hostia puta, es imposible concentrarse. No puedo leer sin dejar de pensar en el puto cadáver del rey, tengo su imagen en mi mente y no me la puedo sacar de ahí. Harto, cierro mi libro y me levanto de mi cama. Me dirijo hasta mi armario y lo abro para tomar un encendedor y una caja de cigarrillos. Ya sé que esto no es bueno, pero en estas circunstancias es necesario hacerlo. Lentamente, empiezo a dar caladas de mi cigarro y permanezco un poco más calmado, hasta que oigo una serie de golpes fuertes y rápidos en mi puerta.

- Ábreme, brócoli de mierda. - ya ha llegado la pesada de Cherry.

Aunque es lo último que me apetece le abro, porque si no lo hago va a seguir dando golpes toda la noche.

- Haz el favor de dejar de consumir esta basura. - me dice entrando en mi habitación. - Joder, es que no se puede ni respirar.

- ¿Puedes dejar de taladrar con este tema? Si esto no es bueno es mi problema. - digo cansado.

- No, no es solo tu problema. Está prohibido fumar aquí, y encima toda la peste a tabaco llega a mi habitación, por lo tanto perjudicas a más gente, no solo a ti. - me riñe.

- Bueno, ¿y qué quieres que haga? ¡He visto un puto cadáver y estoy trauamtizado! - le grito.

- ¡Yo también lo he visto, también estoy traumatizada y no fumo! - argumenta.

- Ya, pero es que ahora no estamos hablando de ti. - le contesto.

- Me la suda. A ver, dime donde tienes escondida toda esta mierda. - me ordena.

- ¿Por qué lo quieres saber? - me río.

- Nos han dicho que mañana, unos criminólogos van a registrar nuestras habitaciones, y si te pillan con esto te irás a tomar por culo. - dice un poco enfadada.

- Están en el armario... - digo sin ningún tipo de expresión.

- ¿Pero tu eres tonto? - me regaña. - Está claro que de pequeño debías ser el primero en ser encontrado en el juego de las escondidas...

- Bueno, ¿entonces donde los puedo esconder? - cruzo los brazos.

- Ven, vamos a buscar algún escondite mejor que el tuyo. - dice yéndose de mi habitación con todas mis cajas de cigarros en sus manos.

Yo la sigo y juntos vamos a buscar algún sitio para esconder todas las cajitas. ¿Por qué siempre tengo que terminar haciendo cualquier estupidez por culpa de Cherry? Hace dos segundo estaba leyendo y ahora estoy con esta chica buscando un lugar para esconder tabaco.

Bella

Ahora estoy en mi habitación con Alfie. Los dos estamos tumbados en mi cama mientras hablamos sobre el crimen.

Los Siete Pecados CapitalesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora