Apoc@lipsis mundi@l €n líne@ (1)

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Capítulo 23: El Palacio de Escorpio

Quién hubiera pensado que la volvería a encontrar tan pronto cuando regresara al pasado.

El estado de ánimo de Gu Qing Shan inmediatamente mejoró mucho, olvidándose por completo de Madame Su.

El hombre de las gafas de sol también se puso de pie y estrechó la mano de Gu Qing Shan.

"Encantado de conocerte, soy Feng Huo De, puedes llamarme Feng o Huo De, cualquiera está bien"

"Estoy encantado de conocerte también"

Gu Qing Shan miró un poco a este hombre.

Su nombre parece familiar, pero solo recuerda que murió muy pronto, no los detalles.

Está bien, no hay necesidad de preocuparse demasiado por eso de todos modos.

“Antes que nada, primero tomemos una copa”

Gu Qing Shan fue detrás de la barra, mirando los licores en el estante.

En este mismo momento, su aura regresó por completo, a la época del Apocalipsis, a cuando era un Gran Santo de la Espada que hacía todo con franqueza, al comandante supremo de la fuerza militar de más de un millón de una nación.

Feng Huo De miró un poco a Gu Qing Shan y susurró: "Esto se sale un poco del guión, ¿seguimos el plan y lo persuadimos, o lo secuestramos directamente?"

Anna miró fijamente al joven que tenía delante, luego nuevamente a las botellas de licor, respondió en silencio: "Esperemos un poco, veamos qué quiere hacer".

Mientras los dos hablaban, Gu Qing Shan ya había sacado bastantes botellas, se dio la vuelta y colocó alrededor de 6-7 de ellas en la barra.

“Todavía no, no es suficiente”

Murmuró, luego caminó de un lado a otro para elegir algunas botellas más, y finalmente se detuvo.

"Buen hermano, ¿qué estás haciendo exactamente?" Feng Huo De no pudo evitar preguntar.

Gu Qing Shan lo miró un momento, luego sacó tres vasos de debajo de la barra y respondió: "Esta es la primera reunión de esta vida, tenemos que hacer un brindis para celebrar".

"No es una mala idea" Anna estaba interesada.

Un hobby fuera del trabajo.

A la Reina del Apocalipsis le encantaba beber, y le encantaban especialmente los cócteles.

En la vida pasada, había una vez un cantinero que usó su propia creación llamada "El Escorpio" y se convirtió en su favorito, casi se convirtió en su primer novio también.

Pero fue “casi” porque no lo logró.

Porque ella murió.

Gu Qing Shan en ese momento, pasó dos días y noches en constante movimiento, con la esperanza de salvarla, pero al final no lo logró, solo pudo acercarse lo suficiente para ver el mundo desgarrando llamas desde lejos.

Usó lo último de su poder para llevar consigo una horda casi interminable de demonios a la tumba.

Gu Qing Shan negó con la cabeza, calmó sus emociones y comenzó a preparar seriamente el cóctel.

Tres minutos después.

Un cóctel de color sangre estaba frente a Anna.

El cóctel se arremolinaba como una llama ardiente, pero cuando mirabas detenidamente el centro de la llama, todo lo que podías ver era la oscuridad del abismo.