unsent letters¹ - taegyu

moving

—Beom— llamó Soobin, a quien le daba la espalda. Beomgyu sólo le respondió con un sonido nasal, dándole a entender que siga —¿Qué hay en esta caja?

Al voltear, no esperaba que fuera esa caja. Tenía varios meses que la había perdido en algún lugar de su habitación y que Soobin la encontrara solo significaba una cosa: peligro.

—Dámela— acercándose, intentó tomarla de los brazos de su hermano, pero este fue más rápido y la levantó hasta casi tocar el techo. Sabía que no la alcanzaría debido a que Beomgyu es más bajo que él por más de diez centímetros —Dámela, no estoy jugando.

—¿Qué tiene? ¿Dinero? No, sino no estarías así. ¿Qué es?— intentó abrirla, pero no lo logró ya que el menor hizo uno de esos saltos extraños que aprendió en internet y se la arrebató de sus manos —¡Hey!

—Sigue con lo tuyo, esto es mío. No lo abras— la guardó en una de las cajas de la mudanza, y continuó guardando cosas.

—Imbécil— murmuró para sí mismo y se fue de ahí, a hacer quien sabe qué.

Se iban a mudar a otra casa ese mismo día, por lo que toda la familia se encontraba guardando en cajas pequeñas todo lo que encontraran. Beomgyu, al ser un desordenado de primera, llevaba caja y media de cosas que iba encontrando en su armario.

Tomó la cajita de hace rato y la abrió, viendo todas las hojas que significaron mucho para él. Sabía que la había perdido hace meses, no sabe qué día exactamente, pero, al ya no encontrarla, se sintió realmente mal al ser el único lugar "seguro" en el que podía guardar ese tipo de cosas.

Comenzó a leer cada una de las cartas en el orden que recordaba, ya que no tenían fecha, recordando todos esos momentos en los que se sentía realmente bien al estar con quien pudo ser su chico.

La escuela ha hecho eventos en los que se pudo haber encontrado con él, pero los insoportables dolores de cabeza y la constante falta de aire que aparecieron un hace unos meses evitaban que participe en ellos o que simplemente no pueda ir. Aunque cuando iba, igual era en vano porque no lo encontraba por ninguna parte.

"Seguro ya no le gusto" se decía a sí mismo todo el tiempo, por lo que justo ahora, aunque no le guste nadie más, dudaba seguir gustando del chico.

Nada de esto lo sabía su familia, ni siquiera Soobin, sólo unos cuantos amigos suyos debido al terror de que sus padres lo rechazen y lo saquen de casa, como a Taehyun.

Tenía miedo, miedo al rechazo.

—¡Beomgyu! ¡Ya es hora!— escuchó el llamado de su madre desde el piso de abajo.

—¡Ya voy!— mintió, ya era hora de irse y todavía faltaba un estante. Se aseguró de que nada en él se pueda romper y tiró todo a una esquina del estante para que cayera en la caja sin cuidado alguno, cerrandola con cinta.

Ya afuera, subió rápidamente las cajas que faltaban al auto y se fueron de ahí. El camino no fue tan largo, alrededor de cuarenta minutos, tiempo que aprovechó para dormir. Últimamente, aunque duerma bien, tiene sueño todo el día y a veces llega a dormirse otras tres horas después de volver de clases.

Al llegar al lugar, le incomodó un poco que la gente de ahí se les quedaran viendo desde dentro de sus casas o mientras caminaban por la calle, como si fueran bichos raros y los vigilaran.

Su nueva habitación era más pequeña, cosa que le agradó ya que la anterior era demasiado grande para él sólo y le daba miedo en las noches. Acomodó sus cosas en un rincón, esperando a que llegue el camión de la mudanza con los muebles, y siguió ayudando en lo que sea que falte.

El vecindario era pequeño y un poco alejado de la ciudad, pero bastante tranquilo. A unas pocas cuadras de aquí se podía ver un edificio de apartamentos de unos quince pisos y una tienda de conveniencia a un lado, nada fuera de lo común a excepción de las miradas que les dedicaba la gente del lugar.

Holaaaa.

Este es un adelanto de la segunda parte, estará en mi perfil en un tiempo (espero piblicarlo en navidad).

Bueno, se me cuidan, coman todas sus comidas y tomen agua.

Nos leemos luego, CHAOOO.