𓊈💀#01𓊉

1.3K 100 9
                                    

Eran tan solo las 5:30 am exactamente, el cielo tratando de aclararse, las calles estaban totalmente sólidas, mientras se podían escuchar los jadeos de cansancio de una fémina, quienes se escuchaban muy bajos y los únicos que podrían ser testigos de ello, eran aquellos animales de la calle los cuales conocían perfectamente aquella jóven.

Sin embargo, su rostro y cabello eran totalmente cubiertos por una capucha de su sudadera, pues al parecer, estaba trotando de extremo por extremo de las calles, tanto así que por el frío que siempre solía hacer en las mañanas eran soltados como pequeños humos provenientes de la boca de la jóven. Poco a poco fue aumentando su velocidad de los pasos y decidió correr, ¿cuanto tiempo llevará así?

-Y 2500 metros.. ¡Terminé! -. Luego de un largo rato de correr, llegó a un terreno desolado, lo cual solo habían tubos de cemento abandonados, pero le sirvió para apoyarse unos momentos, sin más, su capucha había caído y se podían apreciar ciertos mechones oscuros de su cabello de un lado a otro, totalmente despeinada y una alegre sonrisa.

-Es suficiente para mi calentamiento matutino, que bien se siente correr.. -. Prefirió recibir las pequeñas ventiscas que le brindaba aquel viento. Para finalmente reincorporarse a su antigua postura recta y estirar un poco sus extremidades, aunque, se detuvo al observar aquellas tiras que estaban envueltas de sus manos, aun le faltaba mucho, mucho para poder lograr ser un fuerte boxeador, después de todo, ese era su pasión.








...

-¡Buenos días! ¿Puedo pasar? -. Nuevamente había llegado tarde, para ___ llegar puntual o antes de tiempo sucedía pocas veces, ni ella misma podía deducir.

-Por suerte el profesor aún no ha llegado-. Habló una voz masculina, era Keith, un compañero de su salón y también con el único que hablaba por un poco más de tiempo.

-Llegué de suerte, ¿no? No entiendo como llego tarde... -.

-Pues, debes tratar de buscar una solución, no voy a poder cubrirte siempre.. Para aclarar, tuve que mentir a la profesora de química que no llegabas porque estabas en pleno juego de vida o muerte-.

-¡Si era cierto! El chofer del autobús al enterarse que iba tarde, manejó más rápido, él tenía en claro que podría arriesgar mi vida, pero, jamás mi reputación-. Mientras iba dejando su mochila en aquel asiento, para observar como el maestro de biología iba llegando, sin más se sentó al igual que su amigo.

-Como digas, la próxima trata de venir más temprano.. -.

-Trataré, aunque no podré cumplirla del todo.. -. Habló en voz baja, pues, el profesor de la asignatura que tenía había llegado y sin más los jóvenes tomaron asiento e hicieron silencio, no querían ser sacados del salón.





...

Su reloj marcaba exactamente las 5:30 pm, por suerte podía observar como el sol era tan radiante y emitía sus cálidos rayos, mantenía un agarre seguro a su maleta que tenía delante de sus piernas, estaba completamente sola. Se iba yendo sin rumbo a cualquier lugar, para darse cuenta en el lugar donde estaba, al parecer era un Instituto particular, de ciertamente manera, gente adinerada.

Miraba como los adolescentes que eran menores que ella por 2 años o más iban saliendo, pero, no eran tantos, tal vez se quedaron de más algunos.

-Se siente raro.. Ellos pueden conseguir todo lo que tienen, pero, ¿realmente su egoísmo y codicia será saciado?-. Habló para sí misma, sentía pocas miradas sobre ella, sin embargo, no le interesaban, tal vez debía irse, no eres muy bien visto que una joven de último año de secundaria estuviera atemorizando a los menores.

Al momento que dió vuelta, un simple sonido de algo cayendo llamó su atención, era un llavero de ¿un personaje de una seria animada? Alzó su vista para ver a quien se le cayó aquel, y pudo dar con el dueño perteneciente.

Blanco.. Vaya, su cabello es peculiar..

Su dueño era tan sólo un adolescente 2 años menor que ella aproximadamente, aunque, lo veía de espaldas, era más pequeño que ella y se podía ver cómo en la mochila que llevaba, parecía como aquellas cadenas que tenía la mochila se hubiera dañado.

-¡Ey! ¡Niño! -. Llamó la atención de ciertas personas, aunque, no la del dueño del llavero, se dió cuenta que iba avanzando y probablemente lo iba perder de vista.

-Rayos.. Debo alcanzarlo-. Sin más, comenzó a trotar, debía tener cuidado, pues los transportes terrestres iban pasando.

No le demoró mucho tiempo dar con aquel albino, pudo llegar a él, gracias al semáforo que estaba en rojo, no debía demorar en devolver, pero, esperaba no recibir una mirada de miedo o algo peor, pero, pudo detenerse cuando tenía a pocos metros aquel muchacho.

-¡Oye! ¡Albino! -. No sabría como más llamarlo, pero, por suerte sus llamados fueron contestadas por el dueño del llavero, aunque, su mirada era totalmente neutral y sus ojos.. Eran totalmente profundos y oscuros, esta vez definitivamente debía entregar ese llavero.

El contrario solamente se volteó al escuchar un enorme llamado, aunque estaba desinteresado pero, no le agradaba mucho los gritos, le eran cansados, se quedó quieta, mientras veía como una jóven más alta que él se acercaba esperanzada.

Su primera impresión eran los mechones oscuros que cubrían apenas su rostro, y tal como se movía por el viento y sus ojos eran totalmente brillantes o algo así, le llamó la atención, en su entorno no conocía a personas con ese tipo de ojos "brillosos".

¿Quien era ella? ¿Debia llamar a la policía o pedir ayuda a uno de los adultos? Ya que, no la conocía para nada, pero, al momento que vió como le era extendido aquel llavero, pudo entender un poco las cosas, pues, volteó a ver su mochila en el lugar donde dejaba su llavero de su personaje favorito y no estaba.

-Lamento eso, al parecer esto te pertenece, no te equivoques, no lo robé, lo encontré en el suelo, traté de alcanzar te trotando y aquí estamos-. La voz de ella era alegre y amable, sin más asintió en forma de agradecimiento y tomó su llavero, ese llavero lo consiguió del juego de las máquinas y era muy preciado para él.

-Gracias.. -. Fue lo único que pudo emitir el albino. Su voz era totalmente apagada o eso parecía, le era algo peculiar para la jóven, que sin más, decidió entablar una conversación, que sea total corta para conocer.

-No hay de qué, por cierto-. Al momento que iba tan solo presentarse, se percató del gran movimiento de personas antes de pasar por el semáforo, así que tomó del brazo de aquel "niño" ya que así parecía para ___. Lo jaló suavemente para pasar las calles, no era seguro presentarse en un lugar así, mientras el albino pensaba que rayos le iba pasar.

-Lamento ese acto tan incómodo, no era agradable estar hablando, además, podrias haber sufrido un accidente de tránsito, me presento soy ____, un gusto-. Habló mientras observaba cómo el sol ya se iba ocultando y la noche iba llegando poco a poco.

-Nagi, solo Nagi.. Igualmente-. Habló el contrario, mientras guardaba en el bolsillo de su mochila su llavero, solamente quería llegar a su casa y descansar.

-Ya veo, Nagi.. -. Sonrió de forma educada, mientras tomaba distancia para ya despedirse, tenía deberes y más responsabilidades que realizar, y la noche se acercaba.

-Bien, ¡espero que te vaya bien Nagi! Ojalá la próxima podamos volver hablar de manera amigable-. No tenía tiempo que perder, así que se despidió con la mano y salió corriendo, no obstante le era confuso al albino. Aquella personalidad de aquella jóven le era algo rara, pero, no pensaba que se volverían a ver, la ciudad era muy grande para encontrarse. Decidió olvidar aquello para irse también a casa, no quería estar afuera de casa y solo deseaba poder dormir.

-Que rara persona.. -.

Pensaba que jamás volvería a ver aquella jóven, pues que equivocado estaba, el destino puede jugar contra tí.

〘¿𝘗𝘰𝘥𝘦𝘮𝘰𝘴 𝘵ú 𝘺 𝘺𝘰?〙Nagi Seishiro x Fem! ReaderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora