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Nagi Seishiro, un adolescente de segundo año de secundaria, quien realmente le daba igual todo a su alrededor, prefería leer sus mangas o jugar su videojuego, su estilo de vida era totalmente ordinario o eso creía.

No le veía una gran diversión a las actividades de las personas, salidas o cosas así, aun así ¿que esperaban de un adolescente que solo prefería jugar y leer? Nunca le molestó ese estilo de vida, aunque, nunca en su vida pensó que conocería a alguién más o mayor que él por su llavero favorito.

Al parecer desde la despedida de aquella jóven, pensó que jamás la volvería a ver e incluso se olvidaría de ello, que equivocado estaba, pues, el destino le jugaba en su contra.


...

Un fin de semana al levantarse por salir a comprar un poco de mantequilla al supermercado, merodeando por las calles, hasta llegar a la puerta que daba el ingreso del supermercado, observó aquella figura que pudo reconocer e iba trotando a una gran velocidad, tenía un brillo peculiar de sus ojos que le intrigaban.

Fueron solamente unos segundos de observarla, ya que, ella no se había percatado de su presencia o estaba tan concentrada en su ejercicio, sin embargo, aquella alzó la vista hacia el albino y sonrió mientras alzaba su mano en señal de saludo.

—¡Buenos días! Nagi–. Su voz parecía alegre, tanto que la contraria se acercó para hablar o algo así.

—Buenos días... –.

—Vaya, de compras, ¿no es así?–. Al ver que estaba en la puerta de entrada del supermercado. ___ supuso que Nagi iba comprar algo al estar por entrar en aquel pequeño local.

—Sí, la mantequilla se acabó.. –. Nagi no era una persona de hablar mucho, sin más ___ sonrió de aquella manera de la otra vez y se despidió mientras despeinó suavemente aquellos mechones de Nagi, era común para ella hacerlo.

—Ya veo, ¡buena suerte! Nagi. Espero volver hablar como esta vez–. Eso era suficiente para cortar la conversación y entrar al supermercado, fue solamente una pequeña conversación nada más.

Desde aquella conversación, la cual no fue la última para aquellos dos, pues casi la mayoría de días, semanas o meses, así sea en la tarde o mañana, siempre se encontraban, al principio Nagi le era extraño la presencia de ___, solo que ___ poseía una personalidad de cierta manera extrovertida. No obstante, lo dejó de lado, ya que era la manera de ser de la fémina y de cierta manera le agradaba, algunas veces se encontraban regresando a sus casas juntos, ya que, ___ al ver que regresaba solo el albino se preocupó pensando que podría correr por riesgos de la delincuencia o peor las pandillas.

Nagi le dió igual, así que no le importó irse con alguién o solo, así que accedió y a veces la fémina le regalaba dulces.

—Bien, estudiantes pueden salir, recuerden que la próxima clase habrá lección y formará una pequeña parte de su nota final, hasta la próxima-. Habló aquella maestra para finalmente retirarse y ver cómo se iban yendo las personas que se hacían llamar sus compañeros hasta quedar finalmente solo, sin más, también decidió salir y caminar por los pasillos hasta llegar a la salida.

Estaba perdido en sus pensamientos, hasta que fue detenido por una voz lejana muy conocida, era ella, se lo imaginó, sin más decidió saludar con un simple "hola"

Como siempre, Nagi no hablaría casi nada, por lo cual siempre ___ hablaba tratando de animar el ambiente imaginario que había. Para la azabache le era complicado tratar con una persona como Nagi, era diferente a su personalidad extrovertida, sin embargo, le era agradable, trataba de ser educada y ayudar en lo que pueda al contrario, parecía que esto así se volverá común al regresar así.

〘¿𝘗𝘰𝘥𝘦𝘮𝘰𝘴 𝘵ú 𝘺 𝘺𝘰?〙Nagi Seishiro x Fem! ReaderWhere stories live. Discover now