Capítulo 1-Volver a sus raíces

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Ashley


Hacía tres semanas que había recibido una carta de mi tía Rut, la mujer que decidió enviarme lejos con la excusa de alejarme de su única hija, tal como si unos kilómetros de distancia pudieran evitar que mi enamoramiento siguiera su curso. Nadie elije de quién se enamora, es algo que sucede, sin ninguna explicación por mucho que la gente se empeñe en separar la razón y el corazón. Nadie está exento de caer dentro del estigma de relaciones prohibidas y era allí, donde encajaba yo ¡Me había enamorado de mi prima! Una relación que no era bien vista por la sociedad y aunque mantuvimos la relación en secreto, sucedió lo inevitable, y muy a mi pesar, tuve que aceptar mi triste destino.

Sin embargo, ahora que había tomado la decisión de regresar a mi país natal, aquella mujer se tomó el atrevimiento de escribirme, tal como si con un simple "Lo siento" pudiera cambiar todo el daño que me hizo en su momento. Quizás mi mente estaba serena, pero algo dentro de mí, me decía que ese pasado que desee olvidar con tanto esmero regresaría a mí con más fuerza. Después de todo, dicen que el pasado siempre regresa, porque esos cabos sueltos que quedaron sin resolver, tarde o temprano vuelven a ti, tal como si se tratara de un bumerán. Pero ¿Hasta dónde estamos dispuestos a llegar por saldar esas cuentas que quedaron inconclusas?

—¿Admirando la última noche en Italia? —escuché.

Aquella voz era demasiado familiar como para no reconocerla y es que mi amigo Mario, era lo que más se asemejaba a una figura paterna. Una figura con el que cree, un vínculo basado en el amor y en el respeto mutuo.

—Es más que eso —respondí, sin tan siquiera mirarlo.

Desde que tengo uso de razón, la fotografía me ha apasionado, es una de las cosas más importantes que tengo, pues con ella me he sumergido en paisajes surreales de este maravilloso mundo y al mismo tiempo, me ha ayudado a digerir las razones por la que mi hermana nunca ha estado pendiente de mí. Aunque siendo honesta, ¿Por qué iba a estarlo? Si siempre me ha culpado por la muerte de nuestra madre, quien murió unos segundos después de darme a luz. Esa mujer nunca ha tolerado mi presencia, ni ha puesto de su parte para mantener una buena relación entre hermanas; muy por el contrario, con el tiempo hemos desarrollado conflictos fraternos.

Unos conflictos que eran cada vez más intensos, más frecuentes, más desgastantes y que no resolvían nada, solamente alimentaba ese vacío de nuestra figura paterna. Una figura que nunca conocí, pues desapareció a mitad de mi gestación. De hecho, tras la muerte de mi madre, algunos familiares se encargaron de la crianza de mi hermana mayor y mi tía Margaret, se hizo cargo de mí. Aquella mujer era la madre de Lucas, una dama encantadora, dulce y elocuente que me dio todo ese amor que nunca tuve de mis padres y me apoyo de manera incondicional a seguir mi pasión, "A descubrir el mundo a través de mi lente y capturar imágenes de manera creativa y artística".

—Ashley —escuché de nuevo.

Dejé de admirar aquel paisaje hermoso de la villa para posar mis ojos sobre aquel caballero de pelo negro y rizado, con sus impresionantes ojos grises que arrojaban destellos brillantes cuando hablaba de su tema favorito "La fotografía". Quizás no era un hombre muy corpulento, ni locuaz, pero era muy servicial con los demás, dejando ver su lado más tierno. Un lado que muy pocos conocían y que solo mostraba con sus allegados.

—Seré franca, no sé si estoy tomando la mejor decisión —confesé.

Mi lado racional me expresaba a gritos que no era seguro volver, pero mi corazón, me decía lo contrario. Así que, estaba indecisa.

Quédate a mi lado y seremos invenciblesWhere stories live. Discover now