Quédate a mi lado y seremos invencibles

Capítulo 4-Indecisiones

Estefanía

Mi piel se erizó, al sentir como una leve corriente de aire se coló hasta mi habitación y por primera vez en toda mi vida, quise tener un pelaje grueso como los osos polares para protegerme de las altas temperaturas de la ciudad. Ese día, no tenía ánimos de levantarme, ni de asistir a la facultad, aunque el anterior semestre había sido diferente. Asistí a todas mis clases sin ningún contratiempo y mis notas eran las más altas del salón, pero ahora, la enfermedad de mi madre había causado un descontrol en todas mis actividades.

Me giré hacia el otro lado de la cama e intenté retomar mi sueño, pero una imagen vino a mi cabeza. Recordé la visita inesperada de Ashley y como la intromisión de Rebeca, me impidió conversar adecuadamente con mi prima. ¿Qué estarás haciendo mi sweet rose? Aquel mote, se lo había colocado cuando tenía diez años, pues hacía referencia a su pasatiempo favorito "Chica fotógrafa" aunque su traducción literaria también podía ser "Rosa dulce" un apodo tierno y original que incrementaba la complicidad e intimidad entre nosotras.

Con aquella reminiscencia, quise seguir durmiendo, pero la alarma que había colocado hace unas horas, comenzó a sonar y no me quedo de otra que estirar mi brazo para coger el móvil. Sin embargo, no espere encontrarme con algunos mensajes de voz.

Mensaje de voz n° 1

¡Estefanía Dumont!, ¿Dónde carajos te has metido?, ¿Por qué no contestas mis llamadas? Se supone que tenemos un acuerdo y sigues incumpliendo.

De inmediato reconocí aquel tono de voz y me cuestioné en si debía escuchar o no los otros mensajes, porque era evidente que Lucas estaba de mal humor y no era para menos, había faltado de nuevo a mi terapia.

Mensaje de voz n° 2

Estefanía, entiendo cómo te sientes, te recuerdo que yo también perdí a mi madre por el mismo cáncer, pero joder, ¿Por qué te comportas de esa manera? Pensé que mis terapias te estaban ayudando, pero me veré en la obligación de remitirte con otro psicólogo, si sigues faltando a tu palabra.

Mensaje de voz n° 3

Hola, soy yo de nuevo. Estoy preocupado por ti. Comunícate apenas puedas, por favor.

Inhalé una bocanada de aire, pues sabía que, si le marcaba a Lucas, me esperaría un sermón poco amigable y no era para menos. Mi comportamiento no había sido el adecuado, pero la verdad es que, no me nacía devolverle la llamada. En su lugar, mi mente comenzó a divagar sobre las razones que me llevaron a escoger la carrera de comunicación social. Y es que, una de las principales razones por la que escogí esa carrera fue para conocer a fondo las teorías acerca de los procesos de comunicación y trabajar directamente en la radio, pues la improvisación jugaba un papel importante. Sin embargo, había algo más, aquella carrera; me mantendría vivo el recuerdo de Ashley. Después de todo, algunas materias impartían los fundamentos básicos de la fotografía.

Un recuerdo llevo a otro y a otro, hasta que, sin imaginarlo, recordé el esfuerzo que tuve que realizar para ingresar a la emisora "Heart Sussex 102.4 FM" donde comencé a desempeñar el puesto de locutora, pero a medida que tomaba algo de experiencia y confianza en mí misma, me aventuré a realizar otras actividades en la emisora, como, por ejemplo, organizar algunos contenidos para otros colegas. No fue fácil llegar allí, pero estaba haciendo algo que realmente me gustaba y eso era mucho que decir. No todos pueden llenarse la boca en decir que trabajan en lo que realmente les apasiona.