Déjà Vu [#3] En edición✔️

Capítulo 22: El embarazo (extra)

ALEXANDRA

—¿Embarazada? —preguntó mi novio.

Asentí con la cabeza.

Observé su expresión de asombro y luego se quedó perdido en sus pensamientos.

Nos encontrábamos en mi habitación, mirándonos el uno al otro sin decir nada más que intentar procesar la información.

—Daniel, ya dime algo...

—Pero es que yo... no lo entiendo, siempre nos hemos cuidado y yo... espera, ¿es mío?

Rodé los ojos.

—¡Pues claro que es tuyo! 

Él se levantó de la cama agobiado caminando por la habitación de un lado a otro, pasó sus manos por sus rizos antes de detenerse y mirarme nuevamente.

—¿De cuántos meses estamos hablando?

—Dos —respondí.

Daniel frunció el ceño atando cabos en su cabeza y entonces me miró atónito.

—Eso quiere decir que fue en...

—Mi cumpleaños, sí —terminé por él.

—Pero si siempre hemos usado protección.

—Esas cosas no siempre funcionan.

Él detuvo su caminata ansiosa y se acercó para sentarse frente a mi. Tomó mis manos y me observó preocupado.

—¿Tú qué quieres hacer, Alex?

Y con solo pensar en esa decisión de gran peso, volví a dejar las lágrimas salir. Esta situación me ponía tan nerviosa, es decir, quiero ser mamá, pero no ahora. No me siento capaz de cuidar de un bebé por los momentos.

—No sabes cuánto me gustaría tener al bebé, sabes que siempre he querido ser mamá... pero no me siento capaz de darle la vida que se merece si decido tenerlo —seguí llorando—, además, quiero mi vida de adolescente estúpida, quiero ir a fiestas, graduarme, ir a la universidad, viajar con Emery... tenía muchos planes para mi futuro y un bebé no era parte de ellos.

Daniel soltó mis manos para secar mis lágrimas.

—Alex, cual sea la decisión que vayas a tomar, yo la voy a respetar y te voy a apoyar en todo momento, ¿vale? —asentí sorbiendo mi nariz—. Si quieres tener al bebé, pues hagámoslo, si quieres darlo en adopción, adelante y si quieres abortar, bien... 

—¿Tú... qué quieres hacer?

—No lo sé, pero si decides tener a ese bebé, me haré cargo, voy a estar contigo en todo momento, a fin de cuentas eres mi novia, mi mejor amiga y también es mi bebé.

—No sé que hacer... no sé cómo le diré a mis padres. Me van a matar, mi familia es cristiana y dirán que soy una hija demasiado irresponsable. Van a estar muy decepcionados de mí porque se supone que ellos querían que me guardara hasta el matrimonio.