anyone ; paulo dybala

0019 | padres

L U A N A     
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febrero 12, 2022
turin, italia

Vine a Turin a ver el partido de Luca, después a ver a Paulo y él literalmente me obligó a quedarme a comer.

Ellos dos están stremeando y yo haciendo la comida, veo la mochila del colegio de Luca y la agarro para sacar el cuaderno de informes, voy a la última hoja escrita y leo la nota.

Apago la comida y subo las escaleras, entro a la habitación y me paro entre ellos dos que están sentados.

–Che —le toco el hombro a Paulo.

–No me jodas ahora.

–Escucha esto... al alumno Luca Dybala le he llamado la atención cinco veces por hablar en clase y distraer la clase, en la última vez dijo, cito sus palabras, "No me interesa el colegio, yo quiero ser jugador de fútbol y de no poder serlo mi papá me va dar dinero para vivir".

Paulo lanza una carcajada mirando a su hijo el cual también ríe.

–No es gracioso, no se de qué se ríen.

–¿Que te calentas? ¿De que le va servir al pendejo saber la composición de los átomos? De nada, él quiere jugar a la pelota, dejalo.

–Che, nenito —le toco el hombro a mi hijo y él me mira—. Vos el colegio lo vas a terminar aunque llegues a primera antes del último día de secundaria.

–¿Para qué?

–Porque si querido, llegues a primera o no llegues terminas el colegio porque nadie te va mantener.

–Papá si —lo mira.

–Son uno peor que el otro, realmente.

–Perdón señora con título universitario.

–Te voy hacer cagar vas a ver.

–Anda, anda hacer la comida.

Lo miro mal y vuelvo a la cocina, cuando está subo los tres platos. Paulo se agarra el que más tiene después de pelearse con Luca.

–Que rico Lu.

–Tampoco hizo nada de otro mundo, es milanesa con papas y huevo —Luca lo mira.

–Me voy a ir y te voy a dejar acá.

–No por favor, con papá no.

–¿Por qué estás tan lejos? —Paulo me mira—. ¿Me tenés miedo?

–No, pero después inventan.

–Sos mi mujer legalmente, quieras o no.

–Legalmente, pero no es la realidad.

–Mira que no está mirando el otro —rie y lo miro mal—. Mentira, no te enojes.

Cuando terminamos de comer Luca lleva los platos a la cocina y vuelve al instante, claramente no lavó ni un cuchillo.

–Me cagué todo —Paulo da media vuelta y mira a su hijo—. Vi como una sombra y dije que mierda.

–Bueno, nos vemos —le toco el hombro.