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Últimamente cuando salgo a la mañana, a cumplir con mi rutina diaria que se trata de ir a estudiar y trabajar, al cruzar la calle, en el callejón que queda en frente del edificio de mí departamento, me encuentro al pasar con un cachorro, el cual s...

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Últimamente cuando salgo a la mañana, a cumplir con mi rutina diaria que se trata de ir a estudiar y trabajar, al cruzar la calle, en el callejón que queda en frente del edificio de mí departamento, me encuentro al pasar con un cachorro, el cual siempre está hecho un ovillo cerca del tacho de basura del lugar, su mirada una sola vez la vi, es desolada, pero lo que me llama la atención de ese cachorro, que me recuerda a un lobo, es tanto los rasgos de su pelaje como el color de sus ojos y la forma de mirar que tiene tan profunda, estos son un zafiro, por otra parte su pelaje es blanco y sobre sus ojos tiene un color negro que delinea el contorno de ellos, a decir verdad es demasiado lindo ese pequeñín, tal vez sea de raza, no sé.

Claro que puede que no todo su pelaje sea blanco como la nieve, ahora que lo pienso tal vez lo delineado de sus ojos sea mugre, ya que está muy sucio para poder confirmarlo.

Respecto a su mirada, no tengo todavía alguna respuesta sensata. Ni tampoco la certeza de que haya visto bien los ojos de ese pequeño ángel, tal vez no sean azules como creí ver.

Tras terminar de acomodar la ropa del local en sus perchas y estantes, con mi compañera de trabajo y mejor amiga, nos dirigimos a la entrada.

Con ella nos quedamos observando a través de la puerta transparente del local de ropa, como afuera caían gotas del cielo gris con furia contra el suelo pavimentado.

Ese pobre animalito se debe estar mojando hasta los huesos.

- ¿Tenés paraguas? ... ¿Marcos? ... ¡Eu! ¿Me estás escuchando, vos?

Pasa su mano por en frente de mis ojos.

- Un poco, digamos, ¿qué me decías?

- Te preguntaba si trajiste paraguas.

- Ah... Decime, Coti... ¿Qué pensás sobre la idea de que adopte un perro?

Me mira algo perdida, niega con la cabeza para luego mirarme seria.

- Ya tenés una gata, ¿creés que ella vaya a aceptar a otro animal en su palacio? ¿Y más si es un perro, y peor sabiendo lo antipática que es Queen? Y ni hablar de que apenas estás en tu casa, y un perro no es como un gato, los perros son más dependientes. Pienso que es mala idea.

Me da su parecer, haciéndome entrar en razón.

- Buen punto.

- ¿Por qué era la pregunta?

- Es que... Últimamente veo un cachorro muy bonito en la cuadra de en frente de mi departamento y no sé... Me da cosa que esté allí abandonado, y ahora que está lloviendo tanto, no pude evitar pensar en él.

- Bueno, es tu hogar, por lo tanto, tu decisión, pero ¿vas a adoptar al próximo perrito abandonado que vaya a parar ahí, y luego el siguiente, y el siguiente del siguiente, y...

Tapo por un segundo su boca parlanchina.

- Ya entendí. Lo voy a reflexionar mejor. Volvamos a nuestras casas. ¿Trajiste paraguas?

Un Amor Atípico // Margus Where stories live. Discover now