El amor se expresa de diferentes formas, muchas de las veces es por contacto físico o diciéndolo...
Pero para este par de jóvenes es difícil expresarlo y gracias al lenguaje de las flores será un poco más fácil o... difícil.
Estos personajes no son...
Unos golpes en la puerta de la habitación de Bakugo interrumpieron su "paz".
Al abrir la puerta era Kirishima —¿Que quieres?
—¿Quieres ir a comer? Sería como una... Hmm
—Un almuerzo.
—Ah si... Un almuerzo...— Dijo el pelirrojo algo desanimado.
—Si, cómo sea— Salió de su habitación cerrando la puerta.
—¡Bien! Conozco un buen lugar para comer.
Ambos fueron hacia el lugar que decía Kirishima, era un restaurante tradicional japonés, el lugar era algo pequeño pero acojedor. Los dos se sentaron en una mesa que les indico el mesero.
—La comida de aquí es deliciosa, ¡los postres también lo son!
—Hm.
Kirishima se sentía mal ante la actitud de Bakugo, sentía que no ponía esfuerzo en conocerlo más o en caerse mejor.
—Bakugo.
—¿Que?— Dijo Bakugo mientras veía el menú.
—¿Por que estás así? Se que te dije que esperaría y que no importaba tu actitud por qué me dijiste que te esforzarias pero... No veo tu esfuerzo... ¿No te sientes bien estando aquí?
El cenizo soltó un suspiro —No es eso Kirishima, es que...
Derrepente llegó el mesero interrumpiendo a Bakugo —¿Estan listos para ordenar?
—S-si... Estamos listos— Dijo el pelirrojo en un tono serio.
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Ambos terminaron de comer y salieron a caminar por el pueblo.
Kirishima sentía curiosidad por lo que que Bakugo quería decir antes de que fuera interrumpido... Pero por alguna razón sentía que si se lo decía no sería lo que esperaba.
—Oye Kirishima.
—Eh si, ¿Que pasa?
—¿Te gusta que esté aquí?
—Yo... Yo no lo sé ahora. Creí que sería bueno vernos para conectarnos mejor.
—Entiendo... Perdón si no está resultando cómo esperabas.
—No no... Se que si te esfuerzas podrías sentir lo mismo que yo siento.
—¿Que? ¿Esforzarme por sentir algo por ti, Kirishima?
—Eh
Ambos se detienen.
—Todos estos meses me he estado esforzando en quererte, pero no puedo, han pasado 3 meses desde que te hablé y...
Bakugo dejo de hablar.
—¿Y que?
—Y no creo que en otros 2 meses logré enamorarme de ti.
