Iglesia es uno mismo en su totalidad

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Tras irse el, supe que debería ver el papel, abrir inmediatamente el papel, "masi Verdi anorak" parecía significar algo pero que, no logre comprender bien que me que podía significar. Prendí rápidamente mi celular pudiendo buscar la ubicación pero parecía estar fuera del país. Me dirigí rápidamente a mi casa rápidamente, cuando de repente escucho una voz conocida, me acerco más a la esquina, manteniéndome escondido.

_Rosario vos sos muy amiga de Ludmi o no, sabes que ella me dijo que te dijo que no te quiere ver más_ sostuvo Erick con una voz misteriosa, mientras poseía una sonrisa en su rostro

Eso no puede ser cierto, tal vez ludmila quiso decir otra cosa.

_no es cierto_ sostuvo rosario con una voz fuerte.

Bien dicho, rosario, seguro escucho mal.

_escuche muy clarito, si vos no quieres hacerme caso, puede hacer lo quieras.

_ ¿en serio dijo eso?_ mientras lloraba y las lágrimas se le salía, cayendo al suelo.

_si, pero ya me tengo que ir adiós_ sostuvo Erick mientras se alejaba corriendo.

Me acerque lentamente a Rosario con la intención de calmarla, pensando que debía haber algo más atrás de estas palabras.

_Mariano, no puedo creer_ sostuvo ella mientras se abalanzaba hacia a mí_ ludmila no será más mi amiga.

_tranquila_ sostuve yo, intentando tranquilizarla_ sabes que Jesús el buen pastor, es el mejor amigo y a él no lo vas a perder, no dudes, Cristo vive, te ama y te quiere viva. Es difícil este momento para vos pero acaso María no siguió buscando a Jesús, a los doce años cuando no lo encontraba, claro que sí, de misma manera vos no te des por vencida, mantén la esperanza.

_tienes razón_ sostuvo ella, poniendo a un lado más tranquila, feliz.

_escuche todo, sin querer pero déjame decirte, no creo ludmi dijera eso

_chau_ sostuvo ella tímidamente.

_no, veras, debemos buscar la solución de a poco, por el momento relájate y no digas nada de esto_ sostuve yo, haciendo gestos con mis manos.

_está bien, adiós_ sostuvo ella mirando hacia arriba, sonrojándose de manera simple.

Se comenzó a alejar, mientras me voy hacia mi casa, cansado claramente pero no arrepentido, porque la entrega hacia los demás era algo, que despertaba un amor profundo en mi interior, algo como si no temiera decir que valió la pena ya que si yo no lo hacía entonces quien sería capaz de hacer esto para lo que Dios me estuvo necesitando, no rosario, no ludmila, no Javier, sino era realmente Dios quien con amor con misericordia me estaba hablando, estaba esperando que lo abrase con un sí.

Al día siguiente, me levanto por el sofocante ruido de la lavadora el que pudo haberse tratado de mi mama, me cambie con un buzo gris y un pantalón negro por encima con unas zapatillas amarilla que eran las únicas limpias y eran las que por desgracia rechinaban a cada paso, tome un té caliente y me fui rápidamente sin más que hacer a la escuela caminando notando como los pasos de mi zapatillas eran notables, al llegar al colegio cruce la puerta de entrada, al cruzar no logro ver a nadie, solo un perro que se estaba rascando, subí hacia arriba por escaleras de color azul con unos ciertos golpes que parecía estarse rompiendo, llegando a la última planta sigue habiendo un silencio que no comprendía porque, entro al salón despacio donde escucho una voz.

_la metamorfosis de un animal, sucede manera que..._ parecía ser la voz de Marilyn.

Llegue a notarla sentada con unos libros, con el salón vacío y lo único que se escuchara era su voz. Me acerque lentamente hacia mi lugar de siempre, cuando Marilyn se percata de mi presencia.

Mi decisión diferente en DiosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora