El anuncio de la ida.

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— ¿Mariano hoy iras al encuentro?—Pregunto mi hermana; Sentada al lado mio. Era una de las primeras veces que me preguntaba.

—Si, ya falta poco para el campamento y no quiero faltar—Conteste, apresurándome a tomar el te.

— ¡Voy a ir con vos!—Exclamo ella con alegría. ¿En serio iba a ir? Me parece una gran idea, pero aun no asi era algo que me sorprendia.

Me hubiera gustado seguir indagando y descubrir mas sobre el porque de esa decisión. Pero sabía que no podía perder más tiempo; Debia llegar a tiempo a la parroquia.

Sin pretender alagar mas la conversación, finalmente decidi responder.

—Bueno, a las cuatros de la tarde es el encuentro. Si no llego ya sabes donde es.

Luego sin estar dispuesto a perder mas tiempo; Me emprendi camino hacia su casa. Durante todo el camino solo encontré silencio en las calles: no había ninguna persona a mi alrederor. Pareciera que era la calle más solitaria en este dia. Pero para mi fortuna logre sentirme mas comodo en el colectivo ya que se encontraba repleto de gente.

(...)

Al llegar a la parroquia. Solo abrir las puertas, las cuales se encontraban entre abiertas.Siento un escalofrio en mi interior y una sensación profunda de amor que golpeaba fuertemente mi pecho; Ante cada paso que daba pareciera que mi amor y la luz de este llamado le estuvieran devolviendo vida a mi corazón.

Expandi mi mirada desde los bancos del fondo a los cuadros de los costados sobre momentos memorables y desde el suelo hasta el asiento que se encontraba junto a una mesa en el costado.Alli estaba.

Mientras me acercaba a sentarme, solo intentaba buscaba reordenar las palabras, pensar cual seria la mejor manera de decírselo.

—Hola Mariano, ¿como llegaste? ¡¿Me querias contar algo!?—Pregunta el. Mientras parecía contestar algunos mensajes de su celular.

—Bueno— Balbuci. Prosegui— Queria preguntarle si para confirmar cual es mi vocación, podría realizar una experiencia vocacional—Dije finalmente, mordiéndome los labios.Refregandome el anillo. Sonrojanrome; El se comenzó a frotar la barbilla, pensando. Dejando el celular a un lado, sin hacerle caso a las vibraciones provenientes.

—Podria ser...Pero tendrías que estar seguro—Agrego pensando en voz alta.

— ¿¡A que se refiere!? — Pregunte sujetando mi silla con fuerza. Manteniendo mis mente lo mas abierta posible a lo que pudiera llegar a decir. El se mordio los labios, resoplo; Agrego un silencio breve y dijo:

—Se trataría de una experiencia vocacional donde te vincularías con más profundidad con la vocación de laico comprometido y de misionero. Eso no es todo.

Claro que aun hay más; Cuando comenzaría y ¿esto es lo tan complicado que debería estar seguro? Mi corazón solo resuena de alegría a cada paso; Pero el amor que siento por Cristo se mueve a una velocidad que parezco descubrir cosas que no me imaginaba...Y eso me encanta. Y aunque las cosas se ponga difíciles o parezca ser demasiados misteriosas, se que podre encontrar una solución.

Desde que emprendi este camino solo hay una cosa que es segura: No puedo volver a tener miedo...Despues de todo mi vida sin Dios no tendría sentido.

—Disculpa, ya volvi. —Me disculpe yo al darme cuenta que habría estado sin hablar; El se levanta y me invita a hacer lo mismo.

—Me levante de la silla. —Conti...

—Seguime—Interrumpio el.Mientras me invita a seguirlo. —Esta experiencia vocacional seria en un pueblo en Minessota donde me trasladaron para brindar mi servicio y mi entrega a Dios alli; Pero seguro pensaras que es un lugar que queda muy lejos...Tienes toda la razón. Por eso mismo es una decisión difícil supongo para vos y quiero que lo tomes con calma.

¿Dificil?

Me tendría que alejar nuevamente de todos mis amigos, de Ludmi. De toda mi familia.

¿Y que tal si lo que decido no es lo correcto?

<<No se que hacer>>Pense yo; Mientras mi corazón latia a todo pulmón. Mis lágrimas escapaban a mi control y se expandia cubriendo mi rostro; Mis piernas temblaban; Las palabras no querían salir.

―Hasta principios del año que viene tendras tiempo para pensarlo. —Finalizo el. Guiandome desde el altar hasta la puerta principal nuevamente; En completo silencio.

Con la noticia que habría dado; Apenas podía recordar algunas de los cuadros que había en el templo.

¿Cómo se lo contare a Ludmila?

O aun más importante: ¿como podre tomar la decisión correcta?

Mi decisión diferente en DiosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora