Capitulo 27

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El día siguiente era domingo, uno bastante lluvioso, y aunque de forma normal odiaba la lluvía, me había despertado con demasiado buen humor con la idea de investigar llevaba unas semanas en mi cabeza pero ahora que tenemos pruebas, todos querían hacerlo y eso me encantaba.

—Venga Isabella—le supliqué a mi compañera.

La chica llevaba veinte minutos de retraso, habíamos quedado con todos y aunque se levantó casi hor ay media antes aún no estaba lista. No se cuantos cambios de ropa llevaba pero era la primera vez que la chica tenía la parte de su habitación desordenada.

—Tranquila, nadie se va escapar—me dijo mientras se peinaba.

—A Matt no le importa como te vistas, hasta con un saco de patatas vería bien—me queje y la mire—Deja de cambiarte de ropa—suplique.

—Ya veras como te pones cuando Aiden se te declare—me aviso y la mire en silencio, era verdad que si en algún momento tenía novio, estaría bastante nerviosa por como me viera, y desearía que me viera lo más guapa posible y era verdad que la única persona que en el momento me gustaba era Aiden.

—Bueno, puede que tengas razón, pero enserio que no le va importar como esté—le recordé desesperada.

—Vale, ya estoy lista—me dijo de un momento a otro, la miré sorprendida y me levanté de la cama para ponerme los zapatos—A ver si ahora te voy a tener que esperar yo a ti—bromeó.

La miré sorprendida.

—Ahora ya entiendo porque estáis juntos—le deje claro.

Las dos caminamos hasta llegar al comedor, nada más llegar, Matt se levantó al vernos y se acercó a nosotros.

—Buenos días Cristina—me saludó amablemente, cosa rara en él.

—Buenos días Matt—le saludé algo preocupada.

Matt miró a Isabella.

—Buenos días preciosa—saludo Matt a Isabella y beso su mejilla.

—Buenos días Matt—le saludo ella bastante tranquila.

—¿Qué pasa?—le pregunto Matt a la chica sorprendido—¿No me vas a decir guapo o precioso?—le pregunto.

Isabella le miró.

—¿Te has puesto lo primero que has encontrado?—le pregunto ella al ver que iba con una camiseta simple y unos vaqueros.

Matt la miró.

—Si ¿Cual es el problema?—preguntó él sorprendido.

—Pues nada, que eres hombre—le avisó ella y me agarró del brazo—Vamos Cristina, que tengo mucha hambre—dijo haciendo que caminara con ella para coger unas tortitas y sentarnos a desayunar.

La miré demasiado impresionada mientras colocamos nuestro desayuno en las bandejas.

—¿No le vas a decir nada?—le pregunté y ella me miró.

—¿Como que?—me preguntó ella como respuesta, haciendo que no sabía lo que había pasado.

—Por ejemplo que no ha hecho nada malo y que está guapo—le propuse mientras estaba demasiado sorprendida por la actitud de Isabella.

—Verdad—me dijo y se quedó unos segundos quieta mirándome—Pero me gusta molestarle y verás como mañana es él quien tarda demasiado cambiándose de ropa—me explico haciendo que riera.

Reí.

—Vale, estoy deseando ver que se poné mañana—dije demasiado divertida y deseando ver si mi amigo era capaz de ponerse una camisa para ella porque jamás se la había puesto.

SomnusWhere stories live. Discover now