Quiero tenerte como sea (E. Fernandez x J. Álvarez)

Indiferencia

En su despertar al día siguiente el dolor corporal era inexplicable, era abrazado por los brazos tatuados del menor, quien dormía brindando su calor al omega, se removió de a poco para escapar de agarre pero era imposible, el mediocampista apenas sentía un poco de alejamiento se acomodaba otra vez volviendo a la misma posición.

— Enzo..

— ¿Mm? — Respondió medio dormido —

— Tengo que levantarme

— ¿qué?

Sus ojos comenzaron a abrirse, aún estaban dorados, el omega tembló seguido a un quejido por la pintada dolorosa en la parte baja de su espalda, no podría soportar un día más, se iba a romper, casi literalmente. Sin embargo, el alfa solo suspiró y acarició la mejilla de su amante para luego apretarlo más contra su amplio pecho.

— Un poco más

— Dale, bolu — susurró el cordobés con todo el almizcle del contrario en su nariz — Necesito que llames a Leo

— Mm, ¿Para qué?

— Me rompiste el orto, boludo, no puedo caminar

Enzo rió tallando sus ojos con las manos, con cuidado se levantó de la cama, agachándose del lado donde se encontraba el omega le hacía señas con las manos para que se acerque y pudiera alzarlo.

— Nah, ni en pedo

— Entonces vas a tener que arreglartelas. — hizo un movimiento de irse pero fue tomado del brazo —

— Bueno, bueno, dale, me quiero pegar una ducha

Julián regañadientes se dejó alzar por el menor, al hacerlo los brazos ajenos se tensaron para sostenerlo bien de tal manera que sus músculos se notaban más, sus rostros están cerca, no solo por la culpa de la posición, parecía que al mediocampista le gustaba llevarlo así. Al llegar a las duchas con una mano libre colocó una silla en la ducha, justo debajo de donde caía la lluvia, el delantero no quería que lo ayudara a bañarse, por lo que el alfa fue medio obligado a dejarlo solo.

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Si, como decían los programas de chimentos la jóven ex mujer de Enzo, buscaba arreglar las cosas a mitad de una pelea legal, y otra pública hacia el omega, envió mensajes al alfa que intentó responder la mayoría para que "le dejara de molestar", no le debería interesar tanto al delantero, sabía que pasaría algo así, cuando se trataba de esa mujer Enzo no podía evitar actuar como un pelotudo.

Igual no pensó tanto en eso, sus compañeros de selección se acercaban por ratos a la banca de suplentes para compartir un mate con el omega, o solo joder, porque no podia entrenar junto a ellos, sus piernas tiemblan, un huracán pasó por encima suyo, nisiquiera sabía como no siguió durmiendo ese día. Messi le dió unas pastillas para el dolor, que muy lentamente hacían su efecto.

— Y lo cagué a trompadas, olvidate — contaba Otamendi con el mate en la mano —

— Vos siempre arreglando con amor y paz las cosas — respondió Molina entre risas junto a Leandro —

— Son todos re agresivos acá — habló Cuti recibiendo las miradas incrédulas de todos —

— ¡Eh! Vengan a hacer algo, vagos de mierda — gritó desde el otro lado del campo Rodrigo con Scaloni a su lado —

— Uhh, cagaron — llegó el Kun — chau, chau, váyanse — los echó sentádose al lado del menor —

Entre quejas tuvieron que volver al entrenamiento, era claro que el compañerismo, la amistad, sobraban dentro de la selección, si alguien estaba fuera todos querían estarlo, una unidad especial, muchos por esto creían que era una de las mejores selecciones de la época. Aunque lo ayudaban a que su cabeza estuviera en otro lado que no sea el tema en cuestión, no tardaba mucho en volver a pensarlo, perdiéndose en sus más profundos pensamientos.

— ¡Muerto! — le gritó jodiendo Agüero a Messi quien le levantó el dedo medio provocando una carcajada — Juli

— Ah, ¿Si?

— No dejés que pelotudos te lastimen, mándalos a la mierda.

Desde que conoció al Kun, junto a Messi se comportaron como sus padres, eran protectores, decían y actuaban como lo harían, eso muchas veces le ayudó para superar situaciones desagradables.
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Julián decidió intentar dejar su timidez de lado, si aquella mujer quería destruirlo no sería fácil, no dos veces, acompañó el partido esa misma noche de la selección Argentina con México, agradeció que no tenían que viajar para ir a ese país, y que durante el partido Scaloni no quiera ponerlo a jugar por Lautaro. Estaba en la banca de suplentes tomando Fernet con Dybala, y Foyth, era solo un poco..

El alcohol pegaba más según como te sentías, en el caso del cordobés estaba enojado, y aunque no quería admitirlo, bastante deprimido, Enzo no dejaba el teléfono para hablar con esa omega, eso le molestaba, se dejó coger todo un puto día para que al otro esté hablando con esa mujer. Quería ir al baño, por lo que con apenas dolores no tan fuertes se levantó dirigiéndose al lugar, su suerte era tan espectacular, tanto que dos, o tres periodistas estaban esperándolo en el túnel.

— Hola Julián, ¿Es verdad que Enzo y Haaland tuvieron un encuentro en Inglaterra?

— No sé nada de eso

— ¿Haaland podría quererte como su pareja? — el cordobés rió y alzó sus hombros en señal de indiferencia —

— Si digo que si puede quedar de novio mágicamente con la ex de Enzo.

Julián siguió su camino con dichas personas haciendo un escándalo entre ellos por lo que acababa de decir, no sería tan informativo como lo era la mujer, pero sus breves palabras sonarían más en los medios de comunicación.

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Su rostro estaba pálido como un papel, la últimas dos semanas tuvo que dejar de ver más seguido al alfa que se veía con la mujer y su hija en común, Enzo quería terminar bien con ella "solo por su hija", al menos esas eran las explicaciones que le daba al mayor, solo se veían en los entrenamientos, y en el desayuno. Mientras la femenina se había calmado un poco en ir a programas, solo se expresaba en sus redes sociales, por su lado el delantero no hablaba mucho de lo sucedido, pero sabía perfectamente que la misma cantidad de personas que le apoyaba, la misma era la cantidad que le tiraba basura.

Hoy Julián amaneció muy descompuesto, unas arcadas lo llevaron a correr al baño, esto llamó la atención de Leandro que estaba cerca, y lo llevó a la enfermería. Cómo si fuera una justicia divina, pronto la mujer que le había concedido una hija a Enzo tendría su merecido, puesto que las noticias buenas no lo serían para ella.

— Felicidades, estás esperando un bebé.