En pleno año nuevo una asesina vengativa acecha por las calles de la Ciudad Inazuma.
El país quedará conmocionado, pero ese primer asesinato sólo será el comienzo de su macabro plan militar.
Nuestros jugadores del Raimon intentarán detenerla junto c...
La noche fría invernal japonesa volvía a cubrir las vistas hacia el exterior. Nagumo se encontraba a solas en su cuarto con plena vista a la naturaleza. El silencio inundó su habitación, su cabeza daba vueltas pensando en Reina y en lo que podía llegar a ocultar. El joven tulipán se encontraba acostado en su cama mirando hacia el techo sin poder conciliar el sueño. Era la única persona que se encontraba en el orfanato ya que los demás o estaban acampando o iban a pasar la noche en casa de otro amigo, sea cuál sea el caso se encontraba solo ante la oscuridad.
Sabiendo que Reina estaba con Fumiko que era su mejor amiga decidió que era una gran oportunidad de intentar averiguar alguna respuesta de su extraño comportamiento. El cuarto de la peliazul estaba en frente del de él por lo que no hubo complicación alguna para acceder a su habitación. Pensó que ella pondría algún candado o algo parecido para bloquear la entrada pero nada más lejos de la realidad, la puerta estaba abierta de par en par como si le cedieran la entrada a alguna persona de confianza.
Siendo habitual y sin sorprender a Nagumo la habitación estaba impoluta desde el suelo hasta el techo, otra particularidad de Reina era su obsesión con la limpieza y su organización del cuarto lo cual facilitó al pelirojo la posibilidad de encontrar la información que buscaba.
Aquel lugar representaba a la perfección la figura de Reina Yagami, una habitación totalmente coloreada de un azul turquesa que hacia juego con su cabello. No había mucha decoración ya que recién había vuelto después de su "escapada" pero a pesar de todo nunca perdió la esencia que tanto le caracterizaba.
Justo al lado de su cama se encontraba su mesilla de noche donde una pequeña lámpara de gran iluminación era lo único que lo acompañaba. En el cajón de la mesilla de noche se encontraban varias fotos impresas donde aparecían muchos de sus compañeros y amigos incluído la peliazul lo cuál extrañó mucho al muchacho al no encontrar ninguna explicación del por qué ella tendría algo así. A pesar de todo aquellas fotos no tenían nada sospechoso ya que todas ellas fueron sacadas en épocas de fiesta o en las vacaciones de verano. Recordó entonces que Reina pidió las fotos en físico en una tienda de fotografía cercana hace alrededor de un año y medio. Lo que no sabía era dónde las tenía guardadas y si tan siquiera la guardaba como recuerdo, cosa que le alegró bastante.
En su escritorio no se encontraba tampoco nada fuera de lo común a excepción de su portátil, luego a parte de eso se encontraba una pequeña caja donde guardaba los libros que leía normalmente en horarios nocturnos. Destacaban entre todos ellos los que tenían una trama thriller o crímenes reales; Desde novelas negras hasta casos reales como el del payaso asesino o el asesino del zodíaco..
-Nunca pensé que le gustasen tanto los libros- dijo él sorprendido y es que tenía razón. Ella por muy fan que fuese de la lectura no era normal que tuviese más libros que el resto de integrantes del orfanato juntos. Tenía lo más parecido a una pequeña biblioteca con la diferencia de poder llevarte los libros sin permiso de nadie
