Sueños Entre Espadas - E.P [El Príncipe Caspian]

⟨CAPÍTULO 1⟩

Caminaba apresurada por los pasillos del castillo buscando a su amigo. Estaba preocupada y tenía mucho miedo de que la atraparan o atraparan al muchacho antes que ella lo encontrara. La charla con Aslan había durado más de lo necesario, lo cuál, inevitablemente había atrasado un poco el plan. Ella ya sabía que la mujer de Miraz daría a luz un varón, Aslan se lo había anticipado. Por lo que, también sabía que la vida de Caspian corría peligro.

A medida que avanzaba , el ambiente a su alrededor se volvía más tenso. Pero su preocupación se alivió un poco al ver a Caspian y su mentor en el establo. Corrió hacia ellos , siendo observada por ambos hombres. La muchacha llevaba un vestido azul junto a una capa negra, parecía incómodo pero ella estaba totalmente acostumbrada a vestir tales prendas.

– Tenemos que huir , mi tío... – Caspian se vio interrumpido por una sonrisa algo sarcástica y la voz de su dulce amiga

– Lo sé Cas , lo sé – subió a un caballo blanco que ya estaba preparado para ella – No es momento de explicaciones, cuando estemos en el bosque hablaremos de forma clara – dijo la chica , dando a entender cuál sería su destino.

– Caspian , ten esto – El mentor del muchacho le extendió una reliquia que _____ creyó extinta. No pudo evitar tensarse al reconocer el cuerno de quien alguna vez fue su cuñada – Me costó demasiados años encontrarlo , solo úsalo cuando lo veas necesario – Caspian lo agarró y lo colgó en su cinturón junto a su espada.

– ¿Lo volveré a ver Profesor? – preguntó el pelinegro, realmente conmovido por el hecho de marcharse.

– Eso espero Noble príncipe – dijo el de lentes , con una mirada brillante. La rubia lo distinguió con rapidez, aquel brillo era de esperanza, esperanza de ser salvado. Esperanza en Caspian.

– Profesor , tenemos que irnos – dijo la rubia cuando escuchó la orden de levantar el puente. El hombre asintió y los miró con nostalgia.

– Suerte – ambos asintieron a él y comenzaron a cabalgar fuera del gran castillo Telmarino.

Al salir por la reja , pudieron escuchar a sus espaldas hermosos fuegos artificiales festejando la llegada del nuevo bebé, del nuevo príncipe. _____ miró de reojo a su amigo , quien parecía no creer lo que estaba pasando. Y era entendible, después de todo su tío lo había mandado a matar. Y ahora , por culpa de aquella orden , unos cinco soldados telmarinos los perseguían a toda velocidad.

– A este paso nos alcanzarán _____– murmuró el chico mientras observaba levemente para atrás , sin perder las riendas de su caballo.

– Confía en mi Cas , cuando lleguemos al río se rendirán – dijo con una leve sonrisa, sentía una adrenalina que en años no había sentido. Desde la última guerra contra los trolls del norte , donde peleaba junto a Edmund. Al recordar al muchacho, su sonrisa se borró siendo reemplazada por una mueca de disgusto.

En poco tiempo , habían llegado al río de Beruna, Caspian se detuvo unos momentos tratando de calcular la profundidad del río pero ______ simplemente siguió el camino sin pararse a pensar. No había tiempo y sus vidas estaban en riesgo, claramente no debían pensar. Nuevamente, su mente la llevó al recuerdo de cuando los lobos de Jadis la perseguían a ella y a los hermanos Pevensie cerca de ese mismo río pero a varios kilómetros de distancia, precisamente en la cascada.

Caspian , no tuvo de otra que confiar en su compañera. No se le hizo muy difícil al decir verdad , pues ella siempre había sido una gran ayuda para él y sabía más que nadie que jamás lo traicionaría. Miró nuevamente hacia atrás y hizo a su caballo correr. Le parecía todo tan loco, tan irreal , nunca había cruzado el río de Beruna. Y sin mentir, le daba algo de miedo y curiosidad ir más allá.