Mark puede descifrarlo por la actitud ajena. Sus ojos se pasean por la habitación mientras Yuta juguetea con las brochas sobre su rostro, y aprieta los labios en cuanto se cruza con la mochila. No es que Yuta haya mantenido en secreto sus intenciones. Actuaba estoico la mayor parte del tiempo, pero a veces, cuando Mark acudía a su casa después del horario escolar, lo encontraba despotricando a solas en su habitación, maldiciendo a todos. El menor no empujaba la puerta hasta que el otro terminara su monólogo. Desconoce si en algún momento descubrió que lo espiaba.
—Hyung, ¿no hay otra manera?—pregunta el menor en un susurro, sujetando a Yuta por las muñecas.
—Nunca la hubo—el mayor se deja caer a horcajadas sobre el cuerpo ajeno.
Por muchas heridas que Yuta permitiese, jamás se mostró vulnerable, no a los ojos de nadie que no fuera Mark. Sin embargo, sus ojos no mentían, y la melancolía era un rasgo encarnado en su semblante de marfil.
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hongo diente sangrante｡ ㅡyumark
Hayran Kurguhay veces que odio tanto la vida que en lugar de morirme deseo tomarla por los cuernos y escupirle en la cara. ㅡa yumark story ㅡcapítulos cortos
