1O

42 11 0
                                    

Mark no opina lo mismo, ni en aquel entonces de ahora, que sus manos se cuelan bajo la camiseta ajena y el calor de su piel tersa se transmite a sus manos heladas. Lo siente temblar bajo su tacto, los ojos entrecerrados, dejando apenas una rendija para observar al menor bajo de él.

—Podríamos quedarnos en casa, jugando toda la noche—le ofrece Mark—. No hay necesidad de matar a todos nuestro amigos.

—¿Por qué no habría de hacerlo?— Yuta se pasa la lengua por los labios, dubitativo.

—Porque ellos nunca te han hecho daño.

—Tampoco hicieron nada para pararlo.

Es verdad, sin embargo, no es como si hubiera estado en manos de un grupo de perdedores detener los abusos de TaeYong.

hongo diente sangrante。 ㅡyumarkWhere stories live. Discover now