𝐕𝐈

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Jungkook nuevamente estaba en su departamento desnudo abrazando a Seokjin, mentiría si dijera que no le gustaba estar así con el chico. Esos pequeños momentos lo hacían tener un poco de paz dentro de toda la tormenta que era su vida.

— Vámonos de aquí. — susurró acariciando su brazo.

— Seokjin, ya hemos hablado de esto. — alejó al menor. — No puedo irme, necesito ayudar a mi papá para que esté orgulloso de mi.

— ¿Y si eso nunca pasa? — suspiró molesto.

— No empieces con tus tonterías. — se levantó de la cama. — Odio que te pongas así de insoportable.

— Y yo odio todo esto, yo no pedí estar en esta situación. — susurró. — Lo mejor es que me vaya. — se levantó, agarró su ropa y comenzó a vestirse.

— No te vayas. — se acercó y lo abrazó por detrás dándole besos en el cuello. — No arruines nuestro momento, solo disfrútalo.

Seokjin amaba a Jungkook, de eso no tenía duda. Lo amó desde que eran pequeños porque le daba la atención y el cariño que su papá, y nadie más le daba, pero empezaba a dudar que el sentimiento fuera mutuo y se estaba cansando de todo esto.

— Tengo que irme, debo volver a la universidad a estudiar.

— No me mientas, hace un momento estabas muy cómodo y no parecía preocuparte nada más que seguir con nuestra sesión de sexo. — dijo molesto. — Te vas a ver con ese muerto de hambre, ¿verdad?

— Tengo que estudiar, y él me ayuda a hacerlo. — lo miró. — No tengo porque darte explicaciones, yo no te las pido cuando estás con Hoseok. — se alejó y se vistió. — Deja de llamarlo muerto de hambre, imbécil. — pasó empujando a Jungkook y tomó sus cosas.

— Si sales por esa puerta, olvídate de regresar. — dijo fuerte.

Seokjin lo miró y le mostró su dedo de en medio.

— Veamos quien busca a quien. — salió del departamento azotando la puerta.

— Seokjin, vete a la mierda. — gritó y aventó algo a la puerta.

Así era su relación, principalmente por los cambios de humor de Jungkook, ambos se tenían mucha confianza y se conocían a la perfección, y por eso mismo aceptaban esa relación. Se acostumbraron a que después de cada pelea terminaban teniendo sexo, se acostumbraron a nunca hablar de lo que sentían por el otro y a nunca arreglar sus problemas de pareja hablando. Al fina ambos se conformaban con esto, pero el menor no quería conformarse, porque sabía cómo era Jungkook con Hoseok, y él también quería algo así.

Tenía celos de Hoseok, porque él podía ser oficialmente el novio de Jungkook mientras que él era solo un secreto, él tenía los te amo y las cursilerías de aquel chico, mientras que él debía conformarse con esto. A pesar de tener celos, no odiaba al chico, y realmente nunca podría hacerlo, porque ese chico no tenía la culpa de lo que él estaba viviendo o la relación que tenía con Jungkook, simplemente era una víctima más de todo este estúpido plan.

Condujo a la biblioteca de la universidad, sabía que ahí estaría Namjoon como siempre, cuando lo vio solo con una gran pila de libros, se rió y se acercó a él.

— Hola cerebrito. — se sentó enfrente de él y sacó sus apuntes.

Namjoon se sorprendió de verlo ahí y sonrió.

— ¿Qué haces aquí? Te van a ver conmigo, y dudo que quieras que eso pase. — susurró mirando alrededor.

— No hagas que me arrepienta de haber venido a estudiar, hoy no quiero pelear contigo. — lo miró.

𝐃𝐞𝐬𝐩𝐨𝐣𝐨𝐬.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora