LXX: Un amor para toda la vida

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Esa mañana, TaeHyung despertó confundido y con el ceño fruncido producto de aquellos misteriosos toques suaves y fríos que eran impactados en su rostro

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Esa mañana, TaeHyung despertó confundido y con el ceño fruncido producto de aquellos misteriosos toques suaves y fríos que eran impactados en su rostro. Soltó un quejido. Removió un poco la cabeza e inhaló con la intención de estirarse, pero una presión ligera en su pecho se lo impidió. Le siguieron más toques y un ruido sin identificar.

Se sobresaltó apenas cuando otro golpe fue directo a su rostro, esta vez un poco más fuerte que los anteriores.

—HyoIn, no tan fuerte... —escuchó a una voz dulce susurrar, seguida de un balbuceo.

TaeHyung parpadeó unas cuantas veces hasta que pudo ver lo que había frente a sus ojos. Su hijo estaba sentado sobre su pecho, siendo sostenido por un JungKook de lo más sonriente. Su corazón se llenó de paz con tal solo verlos y, aún algo somnoliento, se las ingenió para sostener a su bebé y atraerlo para llenarle el rostro de tantos besos como fuera posible, ocasionándole carcajadas melosas.

—¿Y esta sorpresa? —inquirió TaeHyung con voz ronca de recién despertado. Se irguió en su lugar para sentarse con HyoIn en brazos.

JungKook se sentó a su lado y se inclinó para regalarle un beso dulce en los labios. Acarició la mejilla de su alfa, susurrándole muy de cerca:

—Feliz cumpleaños, amor mío.

TaeHyung, ceñudo y extrañado, miró a su esposo en lo que se estiraba.

—¿Cumpleaños?

JungKook asintió.

—Sí. —Asintió el omega—. Hoy ya es tu cumpleaños, debemos hacer algo.

TaeHyung sentó al bebé en su regazo.

—Sé que para algunas familias es tradición celebrar el aniversario de su nacimiento, sin embargo, yo jamás lo he hecho.

—En mi familia siempre lo celebramos, era algo sencillo, pero un buen día —describió JungKook mientras peinaba las hebras rubias de su hijo, quien le babeaba el dedo índice a TaeHyung.

El alfa sonrió hacia su esposo y le dio un pequeño beso en los labios. Su mano fue a parar al vientre de su esposo, el cual acarició tan pronto como pudo.

—No hace falta —aseguró TaeHyung.

—Yo creo que sí —insistió JungKook, sonriendo, y envolvió con su mano la del alfa que cubría su vientre—. Debemos celebrar la bendición que me dieron los Dioses al tenerte conmigo como mi esposo un año más.

—Nunca he hecho algo así... —admitió TaeHyung, entregándole al bebé.

—No te preocupes, yo me encargaré de todo —dijo un JungKook contento—. Tú solo disfruta de tu día. —Dejó un beso en la mejilla de su esposo—. ¿Te veo en la cena, amor mío?

TaeHyung no dudó en asentir con una sonrisa tenue. Le dio otro beso a su omega antes que este se levantara con HyoIn recostado en su pecho.

—Te dejo para que te alistes —agregó JungKook, obsequiándole una sonrisa dulce antes de darse la vuelta.

The Royals © Taekook ✓Where stories live. Discover now